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Tras el meaculpa del presidente Gabriel Boric durante el funeral del expresidente Sebastián Piñera, donde reconoció que mientras eran oposición en el Gobierno anterior “las querellas y recriminaciones fueron en ocasiones más allá de lo justo y razonable”, algunos miembros del Partido Comunista (PC) han sido públicamente críticos.

Y es que a pesar de que la mesa directiva de la colectividad se cuadró con La Moneda, la situación igualmente generó roces, que por lo demás no son los primeros que se han dado durante la actual administración.

La frase no solo provocó que la derecha pidiera al mandatario retirar las querellas contra Piñera. En la vereda del oficialismo, encendió los ánimos en el PC, que no dudó en hacer ver su diferencia con el presidente y la interpretación que hizo durante lo ocurrido durante el estallido social. Las más críticas han sido las diputadas Carmen Hertz y Lorena Pizarro, quienes calificaron de “conductas negacionistas” sus declaraciones.

La distancia de las comunistas generó incomodidad e incluso algo de molestia en el palacio. El miércoles pasado, la ministra del Interior, Carolina Tohá, apuntó a quienes han planteado críticas y que tienen actitudes que no deberían, “dado que son parte del oficialismo”.

“Quizás necesitamos uno de los focos más importantes de mejoramiento de nuestro sistema político, (que) es poner los incentivos correctos para trabajar pensando no solo en los resultados del día sino en el largo y mediano plazo, y trabajar construyendo proyectos de país y no solo opiniones individuales”, dijo tajante.

El historial de desencuentros

Esta no es primera vez que la opinión del PC va en línea contraria a las declaraciones del jefe de Estado.

Así ocurrió el 6 de septiembre de 2022. En el primer cambio de gabinete el nombre de Nicolás Cataldo fue bajado de la Subsecretaría del Interior por antiguos tuits en contra de Carabineros. En concreto, en septiembre de 2011 escribió: “Carabineros torturadores, como los peores tiempos de dictadura”. 

A pesar de ello, el Partido Comunista es uno de los principales partidos de la coalición de Gobierno. Tiene a su haber tres ministerios: Educación (Nicolás Cataldo), Trabajo (Jeannette Jara) y Segegob. En este último es vocera una de sus más destacadas militantes, Camila Vallejo.

En todo caso, el dirigente y miembro de la comisión política del PC, Juan Andrés Lagos, comentó que si bien se sienten “parte de las fuerzas políticas que respaldamos plenamente a nuestro Gobierno, lealtad no es obsecuencia”.

Dicha obsecuencia es parte de los principios ideológicos de los comunistas y la han puesto por delante, por ejemplo, cuando demostraron profundas diferencias en la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado, lo que provocó la salida de Patricio Fernández de la organización de ese evento.

El director de Ciencias Políticas Públicas de la Universidad del Desarrollo, Gonzalo Muller, planteó que “se han ido acumulando varios roces cada vez que el presidente Boric ha tratado de moderar su discurso o de abrir la puerta al entendimiento, ha chocado contra la interpretación que hace el PC de sus palabras o de sus intenciones”.

FOTO: SEBASTIAN BELTRAN GAETE/ARCHIVO AGENCIAUNO

En un sector de la tienda oficialista reconocen internamente que existe incomodidad con algunas decisiones del presidente Boric, sin embargo, es la directiva y los ministros PC los que deben hacer la contención de dicha molestia.

Así lo ha señalado la ministra Vallejo en anteriores ocasiones: “Hemos definido políticamente que es importante que en las coaliciones estén representadas todos los partidos, son súper importantes en los desafíos que tenemos”.

Marta Lagos, directora de Corporación Latinobarómetro, apuntó a que “en las coaliciones multipartido nunca se supone que todos tienen que pensar igual. Yo creo que hay un error en la mirada hacia la política, el pensar que la política está bien cuando están todos de acuerdo en lo mismo. Otra cosa es decir que no se pongan nunca de acuerdo”.

Pensiones de gracia

Otra de las diferencias del PC y la actual administración quedó en evidencia hace casi un mes, cuando el Ejecutivo anunció que se revocarían algunas pensiones de gracia, luego de la polémica que se abrió cuando la Contraloría General de la República reveló que 58 beneficiados tenían antecedentes penales por delitos graves.

El partido tuvo que asumir que en el cambio de opinión del mandatario por las pensiones, sus planteamientos no fueron del todo escuchados. En este punto, hay quienes creen que se trata de una evolución en el ejercicio de poder.

De acuerdo a Gonzalo Muller, “acercarse a posiciones más de centro, eso sin duda que choca con la agenda de largo plazo del PC; hay cosas con las que no está dispuesto a transar. En la medida que el Gobierno avance, quizás esa ruptura de estrategias distintas puede que agudicen sus tensiones”.

Dichas tensiones también han tocado las dos almas que conviven en el Gobierno, y es que se debe mantener el equilibrio entre el Frente Amplio, el PC y Socialismo Democrático, una tarea nada fácil para el mandatario.

De momento, el receso legislativo, las vacaciones y la reconstrucción por los incendios forestales en Valparaíso han dado cierto respiro a esta compleja relación. Sin embargo, tener a marzo a la vuelta de la esquina implica un nuevo desafío, por ejemplo, buscar los votos para la presidencia de la Cámara, que el PC espera sea para uno de los suyos.

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