Como pasó con muchos proyectos artísticos, la gira de La Conquista del Espacio (2020), el más reciente disco de Fito Páez, tuvo que quedar congelada debido a la expansión del coronavirus en todo el mundo.
El último trabajo del argentino fue lanzado el verano de este año y ya tenía agendados shows para presentarlo en distintos países, incluido Chile. Sin embargo, eso no parece preocuparlo.
En conversación con CNN Chile, el músico se muestra relajado sobre el asunto y cuenta que tampoco piensa mucho en cómo realizará conciertos en el mundo post pandemia. “No aconsejaría hacer futurología“, dice.
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El trabajo fue escrito en países como República Dominicana, Colombia y Argentina y grabado en los emblemáticos Capitol Studios (Los Ángeles, Estados Unidos) durante tres días. Y a pesar de que en su trayectoria suma más de 20 álbumes de estudio, todavía quedan primeras veces.
“Una de las decisiones que tomé en este álbum fue hacerme cargo yo de la orquesta, siempre se lo derivaba a otras personas. Funcionó muy bien, estoy muy entusiasmado de hacer los trabajos”, contó.
Compromiso con la realidad
Una pandemia mundial, protestas y desastres naturales son sólo algunos de los acontecimientos que han marcado el agitado curso de este 2020 y, ante ese escenario, se confrontan las posturas sobre cuál debiera ser el compromiso de los artistas con la realidad.
El argentino da su punto poniendo como ejemplo a Luis Alberto Spinetta, de quien se decía a fines de los ’70 que no era un artista comprometido con la realidad, ante lo cual Páez discrepa: “Yo creo que eso es muy subjetivo, porque los textos de él se movían en ámbitos más abstractos, tenían una forma claramente poética”.
“Pero si no, estaríamos hablando de la realidad como si fuera un especie de verdad inmanente en la cual no hubiera matices, entonces yo creo que detrás de esa búsqueda de esa realidad hay algo policíaco que tenemos que evitar”, agregó.
De todas formas, sentencia: “La realidad puede ser de muchas maneras y me parece que, más que nada, la realidad que importa en un artista es la de su búsqueda adentro de los lenguajes que trabaja. Esa es la realidad, donde yo veo alguien comprometido con su material”.
“Después, que alguien que toca la guitarra o piano salga a opinar sobre lo que sucede en un mundo que arde, me parece un tema menor porque para eso ya deberían estar preparados los cronistas, la prensa, si fueran responsables”, agregó.
El mundo siempre ha sido igual
Ni desesperanza pero tampoco excesiva confianza es la que manifiesta Páez en el futuro post pandemia, quien afirma que “a veces uno quiere negarlo pero el mundo siempre ha sido igual”.
“Me acuerdo de Discépolo, de Enrique Santos, que dice ‘el mundo es una porquería, ya lo sé, en el 510 y en el 2000’. Hay una verdad ahí. Querer darle al mundo una suerte de contacto con la divinidad o algo bueno sería no estar atento a los movimientos de la historia, desde los más minúsculos hasta los más grandes”, continúa.
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“Como decía también el viejo Bukowski, la civilización es una causa perdida, no hay mucho más que decir sobre eso”, añade.
De todas formas, repara en que “como tengo dos hijos hermosos, y probablemente tenga nietos, tengo que preparar una parte de mí para ofrecerles valores para que ellos puedan disfrutar del mundo de la forma lo más plena posible”.
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