Con el término de las vacaciones los estudiantes -que aún no lo han hecho- ya se preparan para regresar a las salas de clases. Para ello, resulta fundamental retomar la rutina de manera paulatina, y así evitar el estrés que genera el nuevo horario.

Al respecto, María José Cohen, psicóloga de Nueva Clínica Cordillera destacó que, dado la distensión y relajo de las vacaciones, es necesario tomar ciertas medidas que permitan evitar el estrés de la situación.

A continuación revisa los consejos de la psicóloga:

1. Retomar rutinas: Si han dejado de lado ciertos hábitos y horarios en las vacaciones, es recomendable que los padres de manera paulatina
empiecen a establecer una para que el cambio vacaciones/colegio no sea
tan marcado ni estresante.

2. Delimitar los tiempos en pantalla y juego fuera: Es recomendable que los padres entablen una buena conversación con los niños días antes de
dar por terminadas las vacaciones, de manera tal de limitar los tiempos de artefactos como televisión, celulares y tablet que se quieren que el niño tenga durante el año lectivo. Luego de haber conversado esto, se debe
poner en práctica lo hablado con el menor, e ir disminuyendo, de forma gradual y programada, las horas de juego que dedican los hijos.

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3. Limitar los horarios de sueño: Es importante que los niños comiencen gradualmente a acostarse a una hora más adecuada. Sugiero que dos semanas antes, los padres acorten la hora de dormir. Por ejemplo, el lunes de la primera semana a las 22.30 horas; el viernes de la misma semana a las 22 horas, para así lograr que- unos días antes del reingreso, los niños estén ya acostumbrados al horario que deberán cumplir durante la semana escolar.

4. Menos horas de juego: Al igual que el punto anterior, es recomendable aplicar la misma medida para los horarios de juego, ya sea en pantalla o fuera, donde los padres dejen claro los límites en torno a la actividad recreativa.

Situación de adolescentes

Con respecto a los jóvenes, la especialista señaló que “en el caso de los
adolescentes, se debe tener una conversación que, en lo posible, sea de carácter motivacional días antes del regreso al colegio, con el fin de que entren a estudiar con ganas y entiendan que va a haber un cambio en sus rutinas”.

En este sentido, para la psicóloga “como padres, debiésemos entender qué esperan ellos para su año lectivo y dejar en claro que esperamos nosotros e, idealmente, intentar ‘mezclar’ estas opiniones. La idea central que se puede promover en ellos es el lema ‘hay tiempo para todo’, pues efectivamente podrán seguir viendo al pololo/a, también podrán salir a divertirse el fin de semana, pero en la semana deberán esforzarse, estudiar y cumplir con sus responsabilidades académicas”.

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Respecto del estrés que puede causar en los padres la compra de uniformes y útiles escolares, sumados a los gastos comunes de marzo, Cohen indicó que “la organización y el ahorro son la clave. Podríamos juntar un poco de nuestro sueldo cada mes del año, con el fin de juntar la plata que necesitamos para el reingreso de nuestros niños y jóvenes para el siguiente año lectivo”.

La profesional agregó que “si hacemos esto, la carga en marzo sería mucho más baja y, si ahorramos durante todo el año nuestro sueldo se vería poco afectado, ya que son 11-12 meses que tenemos para juntar el dinero”.

Finalmente, la especialista de Nueva Clínica Cordillera recomienda que, en caso de que el escenario anterior no fuese posible, es una buena opción comenzar a comprar útiles y uniformes los meses previos a marzo, con el fin de que los gastos se dividan y no recaiga todo el estrés por lo que implica entrar al colegio en ese mes.

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