Paulina Mella, nutricionista de la Clínica Vespucio nos cuenta en Comer para Vivir de #NuevoDíaCNN, sobre los beneficios y perjuicios que tiene las dietas vegetarianas y/o veganas en niños y adolescentes.
¿De dónde surge esta motivación por adquirir una dieta sin carne animal? El rechazo al maltrato animal, conciencia ambiental y preocupación por comer de manera más saludable son las principales razones que llevan a muchos adolescentes a optar por ser vegetarianos, es decir, no comer carnes ni pescado, o a ser veganos, quienes además de no consumir estos productos, excluyen otros de origen animal, como lácteos y huevos.
La Asociación Americana de Dietética está de acuerdo y declara en su documento de posición sobre dietas vegetarianas que las dietas veganas adecuadamente planificadas “son saludables, nutricionalmente adecuadas y pueden proporcionar beneficios de salud para la prevención y el tratamiento de ciertas enfermedades”. Añade que una dieta vegana es apropiado para todas las etapas del ciclo de vida, incluidos el embarazo, la lactancia, la infancia, la infancia y la adolescencia, y es adecuado para deportistas.
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A su vez, desde que nacen los niños pueden tener una dieta vegetariana o vegana, e inclusive sus mamás pueden alimentarse de esa manera durante el embarazo. La incorporación del veganismo al régimen nutricional de un niño o adolescente debe ser realizada a partir de un control adecuado por parte de especialistas.
Según un estudio realizado en Suiza, se observó que los veganos tenían una ingesta muy baja de calcio, vitamina D y B 12, y Zinc. Un 47% de los participantes del estudio tenía una concentración baja de Zinc. Además, en el 54% de los vegetarianos se encontró deficiencia en la sangre de vitamina B6 y 34% tenía bajos niveles de niacina.
Se ha demostrado que si estas dietas son bien guiadas y se controlan al menos una vez al año por especialistas, presentan mantención de niveles de colesterol más bajos, menor incidencia de hipertensión y obesidad, así como disminución del riesgo de cáncer de colon, próstata y mama.
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La clave está en tener una alimentación variada con un adecuado aporte de proteínas, vitaminas, ácidos grasos omega 3 y minerales.
No obstante, se puede producir una desnutrición proteica donde principalmente disminuye el sistema inmune, disminuyen todos los glóbulos blancos por lo tanto puede ser muy difícil que el cuerpo pueda combatir infecciones.
¿Qué produce consumir pocas proteínas?
Pérdida de peso, pelo muy frágil, líneas en las uñas o uñas cóncavas, es más por la anemia que por el déficit de proteína, pero están de la mano. Palidez en la piel, erupciones cutáneas, debilidad general, desmayos, pero esto es cuando la deficiencia es a largo plazo. Si es una dieta por un tiempo corto y no comes proteínas no es como que te vaya a pasar esto. Finalmente, cuando uno come poca proteína también el sistema inmune se ve afectado.
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