Tras la polémica que se generó en diciembre por la negativa del tercero medio del colegio San Francisco de Quito de Independencia de leer a Pedro Lemebel, el profesor de lenguaje de dicho establecimiento fue despedido.

Según consigna un nuevo reportaje de El Dínamo, tras ese episodio -en el cual los alumnos dijeron considerar “asqueroso” al autor por su orientación sexual- el docente presentó una licencia médica psiquiátrica de dos meses, entregada por el Instituto de Seguridad del Trabajo (IST). Luego de ese período fue trasladado al Liceo Presidente José Manuel Balmaceda de la misma comuna, donde el 31 de diciembre de 2018 fue notificado de su despido. El documento estaba firmado por la jefa del Departamento Administrativo de Educación Municipal (Daem), Claudia Carrillo.

Junto con la notificación, el profesor recibió también el decreto alcaldicio firmado por el alcalde subrogante, Luis Mayorga Baronti, que fundamenta su despido, en el que se consigna como uno de los argumentos la “reorganización de la entidad de administración educacional, en conformidad al informe de desempeño docente elaborado por el director del establecimiento, fundamentado en que el docente no se articula con los valores del Proyecto Educativo Institucional (PEI) y en concordancia con el Plan Anual de Desarrollo de la Educación Municipal (PADEM)”.

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En conversación con el mismo medio, el docente aseguró que lo sacaron de la comuna “como una medida de represión en mi contra. Este era mi tercer año en la comuna de Independencia y mi trabajo pedagógico jamás había sido cuestionado en evaluaciones y era intachable”.

En una carta del mismo profesor publicada por El Desconcierto, se dirige al alcalde Gonzalo Durán y señala que “le molestan los docentes que deciden alzar la voz ante la injusticia”.

“En el 2018 estuve acompañado de Víctor Hugo Robles, un reconocido activista y amigo personal del querido Pedro Lemebel y, además, entregué ocho cartas que daban cuenta de mi trabajo, situaciones de discriminación y persecución laboral descritas por docentes y ex docentes. En ese momento dijo que en ese liceo hay un clima laboral de mierda ¿Recuerda? Dijo también que ante la ignorancia poco se podía hacer y que esos apoderados tenían que llevarse a sus hijos a una escuela Opus Dei ¿Recuerda?, en relación a la negativa a leer La esquina es mi corazón de Pedro Lemebel por un grupo de estudiantes. Admitió que el establecimiento mostraba una resistencia a tratar temas de diversidad. ¿Recuerda?, quizás se va desdecir, dado que ese es su juego electoral ¿no?, ese es juego de los votos, ¿no?“, comenta.

Y agrega: “En ese mismo juego en el cual posa con una polera de Lemebel, mientras mantiene en su comuna una institución sexista con un largo historial de acoso y saca a las y los docentes que se atreven a denunciar. Debo admitir que he pensado que le diría Lemebel, alcalde, y quizás replicaría los pasajes dedicados a Camilo Escalona “Tal vez nunca fuiste de los nuestros”, o de la crónica El exilio fru fru ‘Tal vez siempre quisieron pertenecer a ese mundo Jet set que muestra los dientes en las revistas de moda…. En fin, el término de siglo pasado desbarató el naipe ético de la whisquierda'”.

Desde la Municipalidad, por su parte, descartaron que el profesor fuera desvinculado por el incidente con el libro de Lemebel. “El profesor, que estaba en calidad de contrata (plazo fijo con fecha de término para el 28 de febrero), manifestó su decisión de no continuar en el Liceo San Francisco de Quito. Al revisar la disponibilidad de horas, las de lenguaje y comunicación no habían disponibles y por eso no se renovó el contrato”, señaló Claudia Carrillo a El Dínamo.

Otro despido

Tras el rechazo de los estudiantes a leer La esquina es mi corazón y el apoyo de la directiva del colegio, una profesora del equipo PIE realizó una actividad con alumnos de cuarto básico en la que les pedía que dibujaran qué era para ellos la tolerancia y la libertad de expresión. Una de las imágenes que surgió fue la de dos hombres besándose.

Según la docente, la Unidad Técnica Pedagógica (UTP) del colegio la reprendió ya que “no se podía hablar de homosexualidad en la escuela”. Posteriormente, la semana pasada, fue notificada también de su desvinculación.

“El director me señaló que era por desempeño y cuando le pregunté cómo era mi desempeño no supo responder nada técnico. De hecho ni siquiera se le preguntó a mi coordinadora del programa de integración sobre mi evaluación. Entonces, frente a esta situación, yo deduzco que mi despido es por mi pensamiento distinto, porque yo he dejado en claro que este es un colegio machista, sexista, y eso también ha afectado mi adaptabilidad acá”, dijo a El Dínamo. 

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