El pasado jueves 11 de julio, un derrame de 1.100 litros de petróleo contaminó la planta de agua potable Caipulli, a cargo de la empresa Essal. Ante el problema, la compañía decidió suspender el suministro de hasta las 10 de la mañana del día siguiente en la comuna de Osorno, pero esto no ocurrió.
La distribuidora de agua potable dejó a más de 180 mil clientes sin servicio durante 10 días y las autoridades llegaron incluso a decretar una alerta sanitaria para la comuna. Recién este 21 de julio, se ha comenzado a restablecer la normalidad entre los vecinos.
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Así lo comentó el intendente de Los Lagos, Harry Jürgensen, quien en conversación con Emol, aseguró que el agua potable ha vuelto en su totalidad a los sectores afectados de Osorno.
“Sale con un flujo menos que la presión normal, pero bastante superior al día de ayer. Hasta ahora no hemos tenido ninguna noticia negativa, todo está funcionando dentro de lo planificado”, dijo la autoridad regional.
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Las disculpas de Guillermo Pickering
Guillermo Pickering es abogado de profesión, fue subsecretario de Obras Públicas durante el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle y hoy preside Essal, la compañía responsable de la crisis en Osorno.
En conversación con “El Mercurio”, Pickering ofreció disculpas a los locales detallando que buscarán compensaciones para ellos. Al mismo tiempo, aseguró comprender la molestia del presidente Sebastián Piñera y se comprometió a evaluar inversiones adicionales para que no se repitan hechos como este.
En conversación con “El Mercurio”, Pickering detalló que “he estado dedicado en cuerpo y alma durante esta semana” en relación a la búsqueda de soluciones y esfuerzos por el retorno del agua a los hogares de Osorno.
Calificó el hecho como un “fenómeno enorme, porque cuando entra petróleo a los filtros y a los estanques, la planta queda inutilizada y hay que restituirla. Eso es un proceso técnico extremadamente complejo y extraordinario”.
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Pickering detalló que “para reponer los filtros de la planta se ocuparon 140 toneladas de material, han estado trabajando más de 500 personas, entre personal propios de Essal, contratistas y técnicos de Aguas Andinas; la limpieza de los estanques y la instalación de los filtros son procesos técnicos complejos. Cualquier técnico sanitario en el mundo diría que rehabilitar una planta normalmente puede tomar semanas o meses y en este caso, por el gigantesco esfuerzo que se hizo, se logró en tiempo récord”.
Según el empresario, el foco siempre fue restablecer el servicio con un sentido de urgencia enorme y “en ese actuar pueden haberse cometido errores e imprecisiones”.
Pickering pidió disculpas. “Por la afectación y las molestias que esta interrupción del suministro provocó en la vida de las personas de Osorno, quiero humildemente pedir disculpas a nombre de Essal. En términos prácticos, esas disculpas se van a traducir en una serie de cosas. La primera, que vamos a pagar las compensaciones que corresponda”, expresó.
¿Dos meses sin pagar el agua?
El pasado 17 de julio, la empresa en cuestión comunicó que quienes se vieron afectados por el corte no recibirán el cobro de servicio durante dos meses. El gerente general de Essal, Gustavo Gómez, informó que dicha medida compensatoria respondía a lo establecido en la ley vigente.
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Respecto a esto, Pickering dijo que los dos meses se van a modificar, “producto de que las compensaciones son de diez días por cada día de interrupción de servicio y ese cálculo fue hecho en el momento en que había seis días de corte. La superintendencia tiene que determinar los días de interrupción de suministro, pero van a ser más de dos meses que no vamos a cobrar, y junto con eso vamos a aceptar la mediación que planteó el Sernac, para prevenir demandas colectivas y buscar en esa instancia la solución más justa para las personas. Junto con eso y como se ha anunciado, se nos van a aplicar multas, pero eso es una investigación que está haciendo la superintendencia”.
Sobre la estimación de un monto de compensaciones, el presidente del directorio detalló que “ese cálculo se hará en el proceso, porque las personas afectadas tienen que acreditar sus perjuicios y la empresa dará sus planteamientos. En ese contexto se determinará la compensación más justa para los ciudadanos y para la empresa”.
“Errores e imprecisiones”
De los errores e imprecisiones que Pickering reconoció, detalló que “el primer error fue informar, en un primer momento, que la planta se podría reponer en breve plazo. Posteriormente, a mediados de semana generar la expectativa de una reposición de servicio que en realidad requería de mayor plazo”.
Sobre qué fue lo que pasó, explicó que “hubo un error humano, esa es la información que tengo hasta el minuto”. No profundizó quién es la persona responsable del incidente y dijo que no daría antecedentes laborales de quien cometió el error debido a que “voy a individualizar a la persona y me voy a poner en una situación de interferencia de la investigación del Ministerio Público”.
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Lo que sí comentó Pickering, es que “esa persona tenía una tarea nocturna” y que “con la información que tengo, junto con señalar que ha habido un error humano, es un hecho evidente que no fue la infraestructura de la planta lo que generó el derrame de petróleo en su interior”.
Sobre el operario responsable, agregó que esta persona tendrá que someterse a la investigación del Ministerio Público y mencionó que “la empresa tomará sus decisiones internas de la mano de las decisiones que se vayan tomando en la investigación de la fiscalía”.
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En la entrevista, Pickering mencionó que se harán mejoras significativas en el estándar de todas las plantas de producción en la región y “vamos a robustecer la autonomía de suministro. Eso no significa que esté diciendo que el estándar de las plantas no se cumpla, sino que por sobre eso vamos a invertir para mejorar significativamente lo que tenemos”.
¿Caducar la concesión de Essal?
La compañía a cargo de la distribución de agua potable, según El Mercurio, suma $3.400 millones en multas en 85 sanciones que van desde 2014 a 2018. Además, tiene otra investigación penal por contaminación reiterada en el estero Clavito.
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Ante la pregunta de si eso es argumento suficiente para dar con la caducidad de la concesión, Pikering respondió que “hay que separar la discusión. Es importante darse cuenta de que la Superintendencia, que es muy rigurosa, habitualmente impone multas a las empresas en su exigencia por fiscalizar la calidad del servicio y Essal no es la única que las tiene. La reiteración de multas es parte de la relación regulador-regulado y es normal”.
Añadió que “las empresas tenemos quehacer el mayor esfuerzo para superar los problemas que ocasionaron las multas para que estas no se repitan, pero un porcentaje significativo de esas multas -incluido el proceso penal del estero El Clavito- tiene que ver con aguas lluvias, que es un tema que aún no tiene solución institucional”.
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Pickering continuó explicando que hasta antes de este evento, “Essal daba un buen servicio, nunca perfecto, como no existe ninguna obra humana perfecta, y cuando se cometían errores o tenía problemas de operación, la Superintendencia aplicaba la multa correspondiente”.
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