El contralor general de la República, Jorge Bermúdez, está en el ojo del huracán por un recurso de protección presentado en su contra por la ex subcontralora Dorothy Pérez.
Este martes la Corte de Apelaciones declaró admisible la impugnación realizada por Pérez luego que se le solicitara la renuncia. Ahora el órgano fiscalizador deberá entregar todos los antecedentes que posea sobre el caso.
¿Cómo se gestó esta verdadera teleserie dentro de la Contraloría General de la República?
El conflicto que detonó todo
El lunes 20 de agosto, el contralor Jorge Bermúdez solicitó la renuncia de Dorothy Pérez luego que ésta fuera citada a declarar en calidad de testigo en el marco del caso por fraude en Carabineros. Al contralor, que ha hecho de la probidad una bandera de lucha, no le gustó el requerimiento y le pidió su dimisión.
Según comentó en conversación con CNN Chile, Bermúdez sintió una ruptura en la confianza que había depositado en la subcontralora al defenderla ante la Comisión de Defensa del Senado y afirmar que desconocía el actuar de dos funcionarios de la División de Auditoría Administrativa, acusados de no haber investigado el fraude en la institución durante el período en que Pérez era jefa de dicha división (2010-2014).
Pérez le habría asegurado que no tenía conflictos con el caso y que su esposo, funcionario de Carabineros, no tenía nexos con los involucrados. Según consigna El Mostrador, un sumario interno realizado por Contraloría habría dado cuenta que la ex subcontralora mantenía una amistad con Juan Munieres, uno de los funcionarios acusados, y que habría actuado por omisión al no investigar el fraude en Carabineros.
Dos días después, y ante la resistencia de Pérez a abandonar el cargo, el contralor declaraba vacante el cargo de Pérez, y el día jueves la reemplazaba por María Soledad Frindt, abogada y magíster en Filosofía Política de la U. Gabriela Mistral.
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La remoción de Pérez desató un drama al interior de Contraloría. Según consigna T13, el lunes 27 de agosto -una semana después de la solicitud de su renuncia- Dorothy Pérez envió un correo electrónico a los funcionarios de la entidad, asegurando que formalmente aún permanecía en el cargo, motivo por el cual sus pertenencias no podían ser removidas de su oficina.
“No he sido removida en forma regular mediante el juicio de amovilidad respectivo”, argumentaba, y acto seguido se daba a conocer la impugnación que había presentado contra su ex jefe, dando paso a un nuevo capítulo en la telenovela: la batalla legal.
Batalla legal entre Pérez y Bermúdez
En el recurso de protección que Dorothy Pérez presentó el lunes ante la Corte de Apelaciones de Santiago, la ex subcontralora calificaba de “ilegal y arbitraria” su remoción por parte del contralor, ya que “no tiene ningún fundamento razonable ni objetivo que justifique la remoción”.
“Carece de una debida motivación y justificación y se adoptó actuando a través de una comisión especial y sin cumplir el debido procedimiento que establece la ley”, señala el texto.
Agregaba, también, que el contralor “no tiene la competencia para declarar vacante el cargo de Subcontralor General de la República y de Juez de Cuentas sin haber previamente un acto de remoción legal y debidamente tramitado contra nuestra representada”. El contralor, en cambio, ha defendido que su decisión fue la correcta y que “se ajusta a derecho”.
En el mismo texto acusaba que el contralor habría fijado una serie de obstáculos para sus funciones, adoptando una actitud de “irritación y molestia que en ocasiones se concretaron en respuestas verbales que denotaron algún grado de hostilidad frente a ella”.
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Contralorito a la palestra
En el escrito, que fue presentado por el abogado Ciro Colombara, se expone que las diferencias entre ambos habrían comenzado por las preocupaciones que Pérez manifestó sobre el uso del lenguaje, el contenido y el “apresuramiento” en las publicaciones en redes sociales.
“Especialmente importante es el caso de las publicaciones hechas mediante la red social Twitter, parodiando imágenes de terceros con comentarios o publicaciones con un lenguaje inadecuado, o utilizando imágenes sujetas a la protección de la normativa sobre propiedad intelectual sin contar con las autorizaciones requeridas, haciéndolos propios o asociándolos a la imagen institucional”, menciona el texto.
Pero que clase de @thalia es Contralorita
😍 Como sea, recuerda siempre cuidar los recursos públicos pic.twitter.com/dOT8bjPuEP— Contraloría (@Contraloriacl) August 22, 2018
Lo que Pérez buscaba era mantener a Contralorito, pero con un foco más “ameno” y “de lenguaje adecuado, destacando aspectos valóricos y logros cívicos de la juventud”.
En la misma línea, Pérez le habría recomendado al contralor actuar “con más prudencia y calma” frente a los medios, “para evitar más riesgos comunicacionales o respuestas intempestivas de su parte, de las que después tendría que eventualmente retractarse”.
El Gobierno interviene
Golpes duros han llegado para Bermúdez también desde el Gobierno, donde el Presidente Sebastián Piñera comentó:
“Las leyes no son tan claras ni transparentes como debieran ser (…) el que tiene que interpretar muchas de las leyes, que es la Contraloría General de la República, hoy día tiene una disputa de cómo interpretar su propia ley”.
Por su parte, el ministro de Justicia, Hernán Larraín, criticó que los dictámenes de la Contraloría “no siempre tienen una sola línea, la jurisprudencia administrativa no siempre es constante ni es uniforme“.
El contralor que cuida el prestigio institucional
En entrevista con Mónica Rincón, el contralor argumentó que “perdió la confianza” en Dorothy Pérez.
“Que una alta autoridad de la Contraloría esté involucrada en el mayor fraude -no digo de una manera activa-, me parece que ameritaba que se tomaran decisiones”.
Además, señaló tomó la medida de reemplazar a la ex subcontralora “por el prestigio institucional”.
Sin embargo, un nuevo vuelco se vivió este martes cuando la Corte de Apelaciones declaró admisible el recurso de protección presentado por Dorothy Pérez.
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