“¿Quién soy yo para juzgarlo?”, dijo el papa Francisco sobre los homosexuales recién empezó su pontificado en 2013, y la frase le dio la vuelta al mundo. En mayo de 2018, Juan Carlos Cruz, una víctima de abusos de sacerdotes aseguró que el papa le dijo: “Dios te hizo así. Dios te ama así”. Ahora, con la publicación de un nuevo libro de una entrevista con el pontífice argentino, ha salido una nueva declaración que ha acaparado titulares de prensa: “Parece que la homosexualidad está de moda”.

¿Por qué lo dijo y cuál es el contexto?

Francisco pronunció esas palabras en entrevista con el padre Fernando Prado, director de la editorial Publicaciones Claretianas, una conversación consignada en el libro La fuerza de la vocación que salió a la venta esta semana.

En el libro, el papa conversa con el misionero claretiano acerca de la actualidad de la Iglesia católica y los puntos que desafían la fe entre los feligreses. Francisco dijo que un homosexual no puede ser candidato para el sacerdocio.

“La cuestión de la homosexualidad es una cuestión muy seria que hay que discernir adecuadamente desde el comienzo con los candidatos, si es el caso”, dice el papa, según el libro. “Hemos de ser exigentes. En nuestras sociedades parece incluso que la homosexualidad está de moda y esa mentalidad, de alguna manera, también influye en la vida de la Iglesia”.

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Prado le confirmó a CNN en Español que esa es de hecho una cita textual que pronunció Francisco.

El Vaticano destacó la publicación del libro en su sistema informativo Vatican News el viernes pasado. “Cuestiones como la selección de candidatos al ministerio ordenado y a la vida consagrada, la formación en los seminarios y en las casas de formación de los religiosos y religiosas; el clericalismo, la homosexualidad del clero y de las personas consagradas, así como muchas otras cuestiones de viva actualidad, son abordadas con claridad y valentía por el papa Francisco”, en el libro, dice Vatican News. El Vaticano llama el libro como “fruto de un encuentro fraterno” y dice que las respuestas de Francisco lo muestran como “un gran comunicador” en una entrevista que no dejará indiferente al lector.

Francisco: En la vida sacerdotal ese tipo de afectos no tienen cabida
Prado le preguntó a Francisco: “No es un secreto que en la vida consagrada y en el clero también hay personas con tendencias homosexuales. ¿Qué decir de esto?”.

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La respuesta del papa Francisco, completa y textual (según el fragmento divulgado), fue:

“Es algo que me preocupa, porque quizá en un momento no se enfocó bien. En la línea de lo que estamos hablando, te diría que tenemos que cuidar mucho en la formación la madurez humana y afectiva. Tenemos que discernir con seriedad y escuchar la voz de la experiencia que también tiene la Iglesia. Cuando no se cuida el discernimiento en todo esto, los problemas crecen. Como decía antes, sucede que en el momento quizá no dan la cara, pero después aparecen.

La cuestión de la homosexualidad es una cuestión muy seria que hay que discernir adecuadamente desde el comienzo con los candidatos, si es el caso. Hemos de ser exigentes. En nuestras sociedades parece incluso que la homosexualidad está de moda y esa mentalidad, de alguna manera, también influye en la vida de la Iglesia”.

El fragmento del libro que incluye esa pregunta fue primero divulgado por Religión Digital, y luego reseñado por ACI Prensa, y luego por medios como El País y Corriere della Sera.

Es claro: al pontífice le preocupa que haya personas homosexuales en el clero.

Más adelante en la respuesta consignada en el libro, Francisco recuerda un episodio en que “tuve aquí a un obispo algo escandalizado que me contó que se había enterado de que en su diócesis, una diócesis muy grande, había varios sacerdotes homosexuales y que había tenido que afrontar todo eso, interviniendo, antes que nada, en la formación, para formar otro clero distinto”.

Es una realidad que no podemos negar. En la vida consagrada tampoco han faltado casos. Un religioso me contaba que, de visita canónica a una de las provincias de su congregación, se había quedado sorprendido. Él veía que había buenos chicos estudiantes y que incluso algunos religiosos ya profesos eran gays”, dice Francisco, según el libro de Prado.

Francisco dice ese obispo “dudaba de la cuestión y me preguntó si en ello había algo malo. ‘En definitiva —decía él— no es tan grave; es tan solo expresión de un afecto’”.

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La respuesta de Francisco fue contundente: “Esto es un error. No es solo expresión de un afecto. En la vida consagrada y en la vida sacerdotal, ese tipo de afectos no tienen cabida. Por eso, la Iglesia recomienda que las personas con esa tendencia arraigada no sean aceptadas al ministerio ni a la vida consagrada. El ministerio o la vida consagrada no es su lugar”.

Según Francisco, cuyo nombre es Jorge Mario Bergoglio, “a los curas, religiosos y religiosas homosexuales, hay que urgirles a vivir íntegramente el celibato y, sobre todo, que sean exquisitamente responsables, procurando no escandalizar nunca ni a sus comunidades ni al santo pueblo fiel de Dios viviendo una doble vida. Es mejor que dejen el ministerio o su vida consagrada antes que vivir una doble vida”.

Lo que dice Francisco no es lo mismo que dice la ciencia

A pesar de que Francisco ha tenido expresiones sobre los homosexuales que lo han mostrado como abierto y comprensivo, la política dentro de la Iglesia es la misma: el sacerdocio no es para ellos.

Además, aunque para Francisco, ser homosexual y la enseñanza de la Iglesia católica no son excluyentes, la enseñanza oficial de la Iglesia católica sobre la homosexualidad dice que “la inclinación homosexual es objetivamente un desorden” y las parejas del mismo sexo no pueden casarse en la Iglesia católica.

No obstante, aunque la Iglesia y Francisco se refieran a la homosexualidad como una “tendencia” o un “desorden”, las investigaciones científicas muestran que las preferencias sexuales son innatas, no una opción. Científicos en distintas partes del mundo y durante décadas han encontrando evidencia de lo que las personas gay y la comunidad LGBT dicen sin duda: la orientación sexual es algo con lo que se nace.

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“No parece ser el ambiente social, no son los padres o los compañeros los que te hacen gay”, dijo a CNN Gerulf Rieger, profesor del departamento de psicología de la Universidad de Essex en Inglaterra, en 2015. “Parece ser algo que viene de dentro”.

“La orientación sexual está determinada biológicamente”, dijo Cynthia Struckman-Johnson, profesora de psicología en la Universidad de Dakota del Sur. “No creo que ninguna persona educada que conozca las investigaciones diga algo diferente”.

Investigaciones en Suecia en 2011 identificaron diferencias en la estructura del cerebro que pueden determinar si una persona es gay o heterosexual.

Por otra parte, el tema del celibato ha tenido debate en el ámbito de los católicos —en cuanto a los curas heterosexuales— aunque en la Iglesia no ha estado en discusión oficial. El Vaticano exige el celibato de sus sacerdotes. Es obligatorio, un voto que la Iglesia católica dice que no solo subraya el compromiso de los seminaristas con su vocación, sino que también es un modelo del celibato de Cristo. Francisco ha manifestado que es una regla que se debe cumplir —y que no está en el panorama cambiar—, pero sí se ha referido a ese tema cuando le han preguntado (en relación a los sacerdotes heterosexuales). “El celibato no es un dogma de fe, es una regla de vida que yo aprecio mucho y creo que es un don para la Iglesia. No siendo un dogma de fe, siempre tenemos la puerta abierta para cambiarlo”, dijo en septiembre de 2014 en una conversación con periodistas al referirse al caso específico de curas casados en la Iglesia ortodoxa. Pero aclaró que “en este momento, sin embargo, no hemos hablado de esto”.

Un desafío para la Iglesia

Según una encuesta del Pew Research Center, la popularidad del papa en Estados Unidos se ha visto afectada por su manejo del escándalo de abuso sexual que sacudió la Iglesia este año: más de 1.000 niños fueron abusados por cerca de 300 sacerdotes en Pensilvania, según un informe judicial revelado en agosto.

En septiembre de 2018 el 72% de los católicos encuestados en Estados Unidos ve a Francisco de manera muy favorable o favorable, en comparación con el 84% en enero, pero cuando se les pregunta específicamente por la manera en que el pontífice abordó el abuso sexual en la Iglesia, los números caen de forma precipitada.

En febrero de 2014, más de siete de cada 10 católicos que asistieron a misa semanalmente dijeron que estaban satisfechos con el manejo del escándalo por parte de Francisco, pero en la encuesta de septiembre de Pew, solo el 34% lo aprobó.

Francisco se ha referido a la crisis de abuso de clérigo de la Iglesia en general. En agosto, después de la revelación del informe, escribió una emotiva carta, se disculpó repetidamente en Irlanda por los escándalos de ese país y convocó reuniones de emergencia en Roma con los líderes de la iglesia estadounidense.

Pero la presión es alta: fue criticado por el arzobispo Carlo Maria Vigano, quien pidió la renuncia del papa y acusó a Francisco de, entre otras cosas, levantar las sanciones que el papa emérito Benedicto XVI impuso al excardenal Theodore McCarrick. Y muchos católicos lo instan a ser más comunicativo sobre las acusaciones de Vigano. Más de 47.000 mujeres católicas han firmado una carta abierta a Francisco, escribiendo “para plantear preguntas que necesitan respuestas”.

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