La cuenta regresiva ya comenzó para las elecciones generales de este 11 de abril en Perú, las cuales llegan en un contexto marcado por una crisis social y política. El escenario es complejo, especialmente luego de que las encuestas reflejaran un empate técnico entre los principales postulantes al sillón presidencial.
“En este minuto, la incertidumbre es la constante que hay en Perú, sumado a la compleja y muy difícil situación sanitaria”, adelantó Carlos Escaffi, analista internacional y académico de la Pontificia Universidad Católica de Perú (PUCP).
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El especialista detalló que estos comicios, en los cuales los ciudadanos elegirán al próximo presidente o presidenta de la República, además de congresistas e integrantes del Parlamento por los siguientes cinco años, “se dan en un ambiente de prudencia y cautela, pues nada está dicho“.
“Las preferencias electorales en las últimas dos décadas han mutado bastante, hemos involucionado de la noche a la mañana y, en consecuencia, los últimos días antes del proceso son decisivos“, detalló a CNN Chile Escaffi, quien también es el gerente general de Imaginacción Perú.
Los últimos sondeos dejan en evidencia un empate técnico que augura un resultado cerrado y una eventual segunda ronda. Ninguno de los contendores, que incluyen a Keiko Fujimori, Hernando de Soto, Rafael López de Aliaga, Verónika Mendoza y Yonhy Lescano, supera el 15% de intención de voto.
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Escaffi detalló que estos posibles resultados se deben a que “hay mucho descontento en el elector que va a tener mayor responsabilidad y peso en esta elección, que es aquel que está en los 40 años, los cuales tienen un voto de castigo y de sanción”.
Este voto “de castigo y sanción” se da tras un quinquenio en el que Perú se ha visto enfrentado a una gran convulsión política, profundizada tras la caída de tres presidentes, Pedro Pablo Kuczynski, Martín Vizcarra y Manuel Merino, más la disolución del Parlamento y el quiebre entre los ciudadanos y la clase política.
Pandemia e incertidumbre
A pocas horas de las elecciones, Perú ha enfrentado nuevos récords en sus cifras diarias de muertos a causa del COVID-19. Según Escaffi, la pandemia “contribuyó a agravar la crisis“, especialmente tras el llamado “Vacunagate”, donde un centenar de personas, entre funcionarios públicos, sus familiares y conocidos, fueron vacunados irregularmente “de espaldas a la sociedad”.
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Sumado al enfado por el manejo de la pandemia, el especialista recalcó que los electores “están muy descontentos por lo vivido en las últimas décadas, sobre todo el último quinquenio”. Diversos analistas auguran que los resultados de las elecciones no serán categóricos y que vendrán acompañados de una presidencia poco sólida, junto a un parlamento inestable.
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