South Park es un show reconocido por parodiar toda la contingencia. Desde la Cientología hasta Michael Jackson han sido víctimas de la ácida comedia de animación. Game of Thrones tampoco fue la excepción.
La diferencia, eso sí, es que la historia enfocada en burlarse de la popular producción de HBO se toma tres capítulos completos para desarrollar una épica narrativa que parodia las características más reconocibles de la obra audiovisual basada en los libros de George R.R. Martin.
Estrenada en noviembre de 2013, en la recta final de la temporada 17 de la serie creada por creada por Trey Parker y Matt Stone, la trilogía está compuesta por los capítulos “Viernes Negro”, “Una canción de Culo y Fuego” y “Tetas y Dragones”, los cuales se centra en los protagonistas de South Park gestionando una guerra en el marco del Black Friday para poder conseguir las consolas Xbox One o PlayStation 4 -lo cual será decisivo para la trama- con un 96% de descuento.
A continuación mencionaremos los guiños que hacen Cartman, Kenny, Stan, Kyle y todos los habitantes de South Park, Colorado, a Game of Thrones.
Casa Xbox One vs. Casa PlayStation 4
Cartman y compañía buscan colarse en el centro comercial de South Park para estar dentro de los afortunados primeros 100 compradores que recibirán un 80% de descuento en el total de sus compras del Black Friday previo a Navidad. Sin embargo, al final de “Viernes Negro”, ocurre un cisma en el grupo, dividiendo al grupo de niños entre adeptos a la consola de Sony o a la de Microsoft.
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Ambos grupos representan a los Lannister y a los Stark. Los dos diferentes en pensamiento, pero buscando lo mismo; la unificación de todos los niños bajo una sólo una estación de videojuegos.
Los guardias del mall de South Park
Los cuidadores del centro comercial en donde ocurrirá el Black Friday se pueden extrapolar a la Night Watch, cuidando al establecimiento de los iracundos consumidores, quienes claramente personifican a los caminantes blancos dentro de este universo.
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El papá de Stan, Randy Marsh, claramente representa a Jon Snow; un novato que entra por voluntad propia a un terreno de vigía, conflicto y luto, vigilados por un sabio anciano -el jefe de los guardias y Jeor Mormont son básicamente la misma persona-. A ambos se les entrega la misma responsabilidad: cuidar a los habitantes de su tierra de su ignorancia y de la violencia que se avecina.
Los consumidores como los white walkers
La ignorancia y violencia que se avecina es producto de la irracionalidad que se apodera de los habitantes del poblado de Colorado cuando se enteran de la rebaja de un 80% primero y luego de un 96% en todos los productos. A raíz de eso, varios días antes del viernes negro -que se prevee como una batalla campal- las personas se comienzan a agolpar como zombies en las puertas del mall.
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Eso provoca la primera tragedia, donde el jefe de los guardias muere acuchillado tras intentar contener a un padre al que se le pidió que se mantuviera en una fila. Por ello, y al igual que en Game of Thrones, la verdadera amenaza más allá de los bandos XBox One y PlayStation 4 son los consumidores dispuestos a matar por obtener productos casi a precio de regalo.
Kenny como Daenerys / Cartman como Little Finger
El inolvidable Kenny juega el papel de una princesa rebelde que no se quiere alinear con el maquiavélico Cartman. A lo largo de la trilogía se la describe como una hermosa niña que logra la paz y cosas imposibles, tal y como lo hace Daenarys Targaryen.
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El autoproclamado “rey mago” Cartman se burlaría del personaje de Little Finger, quien siempre está tramando cosas a escondidas. De hecho, se hace directa alusión a las traiciones maquetadas por este personaje a largo de la serie, tratando de ganarse el favor de sus pares para luego usarlos como peones en su retorcido juego de ajedrez, donde la meta es sólo una: conseguir la Xbox One.
No se puede afirmar que el resto del elenco se burle de personajes en específico, pero si hay una alusión directa al incesto que ocurre entre los hermanos Jaime y Cersei Lannister, con los presentadores de noticias Tom y Tammy Thompson.
La Boda Roja en un Red Robin
La lucha los dos bandos se convierte en la batalla definitiva de la guerra de las consolas a nivel mundial, por lo que tanto Bill Gates como el CEO de Sony se involucran apoyando a cada una de las “casas”. Cartman, como buen maquineador, hace creer a Stan -lider del otro bando- que finalmente se rinde y desistirá de la XBox One para sumarse al equipo PlayStation 4.
Pero en el fondo todo es una trampa para encerrar a sus enemigos en el restaurant y así poder ir él sólo a buscar la PS4.
Para ello, y con la excusa de una supuesta boda entre Beyonce y Jay-Z, arrienda un local de la cadena de comida rápida Red Robin que tiene una entrada lateral directa hacia el interior del recinto. Sin embargo, todo deriva en una pelea final entre los jefes máximos de Microsoft y Sony, quienes se enteraron de los planes del obeso protagonista.
George R.R. Martin y las salchichas
Además de la alusión a Bill Gates como CEO de Micrsoft, la mayor representación es la que se le hace al mismísimo autor de Canción de Hielo y Fuego.
George R.R. Martin es representado como un tipo obsesivo, con una fijación en el miembro masculino -específicamente flácido-. De hecho se toma el trabajo de armar un coro para cantar el popular intro de Game of Thrones, pero con una arreglo donde la melodía es canalizada a través de la palabra “salchicha”.
Se le ve también como una persona que está siempre tratando de retrasar los eventos más importantes, tal como es la llegada de los dragones a Westeros en la serie, afirmando que “no se preocupen, ya llegarán y será increíble”.
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Es tanta su capacidad de postergar eventos importantes que logra cambiar la fecha del Black Friday del 30 de noviembre al 8 de diciembre, aumentando también el descuento de 80% a 96% para los 100 primeros clientes.
El creador de la serie se refirió a su aparición en la serie de la siguiente manera: ”Debo decir que me han dicho que mi personaje en South Park se obsesiona con las weenies (salchichas), pero tengo que negar esto como un rumor calumnioso. No tengo nada en contra de los weenies, los weenies están bien, pero no estoy obsesionado con ellos. Definitivamente escogieron la ecuación equivocada para mí”.
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