Por Bruno Delgado

Game of Thrones es una serie que si algo ha dejado en la narrativa de la televisión son grandes personajes, especialmente mujeres, las que se suelen levantar contra el mundo patriarcal y feudal de Westeros no sólo para hacerse un espacio en él, sino para liderarlo.

Y la fascinación que generan viene ligada a los grandes arcos narrativos que se han desarrollado durante 7 temporadas y que este domingo 14 comenzarán a cerrarse.

Acá tres de las mujeres de GoT más importantes que tomaron sus puntos de partidas para terminar en situaciones muy diferentes.

Sansa Stark, la loba merece más reconocimiento

Es fácil creer que Sansa tiene un recorrido similar al de Daenerys, pero eso no es del todo preciso. Ambas comparten un recorrido lleno de abusos, pero hay una gran diferencia: mientras cada paso que daba Dany era una épica victoria que hacía girar la historia, la hoy señora de Winterfell sólo daba tumbos entre humillaciones y abusos en una pesadilla de la que no podía despertar.

Sansa estaba muy cómoda en su rol de doncella y princesa. Era feliz soñando con un príncipe azul, de hecho, la historia la alentó lo suficiente para que pudiera estar segura que se casaría con el heredero al trono. Sin embargo, esto es Game of Thrones, donde nadie obtiene lo quiere.

Su viaje fue un descenso a los infiernos, que para fines de GoT, no es otro que los pasillos fríos de Desembarco del Rey. Ahí debió abrir los ojos a golpe de espanto cuando se encontró con el verdadero horror: la muerte de su padre a manos de quien debía ser su esposo.

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De ahí en más, la joven Stark fue sometida a todo tipo de torturas. Los abusos de Cersei Lannister, el forzado casamiento con Tyrion, el acoso de Petyr Baelish, su posterior venta a los Bolton y la violación de Ramsay en su noche de bodas, son algunas de las peores. Aunque también encontró esporádicas aliadas como Olenna y Margaery Tyrell, y Shae.

Mientras muchos la compadecían y despreciaban por ser “débil”, Sansa hizo exactamente lo que había que hacer. Ella aprendió todas las lecciones de los mejores conspiradores de Westeros: las buenas personas toman las peores decisiones porque no conciben otras opciones. La loba se vuelve más temible en el invierno.

Y ahora, cuando ya quedan pocos jugadores en el tablero, se convirtió en una de la grandes jugadoras del juego de tronos. Fría, estratégica y abandonando toda la ingenuidad de la que fue vestida en las primeras temporadas: salva a Jon de una inminente derrota en la Batalla de los Bastardos, dicta la sentencia de Ramsay sin ensuciarse las manos y derrota a Littlefinger en la espiral de engaños.

Daenerys Targaryen, el dragón alza el vuelo

La Rompecadenas es uno de los personajes más queridos por los fans de la serie y que se haya metido en una pira gigantesca a modo de ritual ancestral para que nazcan tres dragones es sólo uno de los motivos, pero no el principal.

Cuando nos presentan a Dany ella era sólo una pieza de intercambio en el arreglo entre su abusivo hermano Viserys y Khal Drogo. Una noble caída en desgracia y útil sólo por su belleza. O eso querían que creyéramos hasta que se venga de su único familiar con vida y se gana el respeto de los patriarcales Dothraki.

Cuando comienza su paso liberador por la Bahía de Esclavos, Daenerys pisa fuerte en la serie como una representación antagónica de los intereses egoístas de otros líderes. Liberación que también funciona como metáfora de su propia liberación.

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En este punto, el boceto unidimensional presentando al comienzo queda como recuerdo de un personaje constantemente conflictuado por el peso de la herencia, la responsabilidad del poder y un inquebrantable código moral. Por eso es tan reconfortante cuando la última Targaryen quema al maestro esclavista de Astapor y el pueblo de Yunkai la aclama como mhysa (madre). Por fin la Stormborn tiene el reconocimiento del pueblo.

Pero su recorrido no acabó en Essos. Tras enfrentar una nueva conspiración en su contra por parte de los Hijos de la Arpía en Meereen que la obliga a escapar con un malherido Drogon y tener un cara a cara con los Dothraki del que sale completamente fortalecida, la Khaleesi, al igual que sus dragones, ya está lista para emprender el vuelo a Westeros.

Tras vencer cada uno de los obstáculos que se le presentaron en el camino y dar vuelta partidos de formas notables (como su alianza con Yara Greyjoy que puso de rodillas a los traidores), Daenerys por fin está donde siempre quiso, rompiendo todos los techos de cristal que le pusieron en su viaje.

Cersei Lannister, la leona líder de la manada

Al igual que Daenerys, la actual reina regente de Westeros es uno de los personajes que genera más pasiones en la fanaticada, pero no son sus medidas extremas las que la hacen un gran personaje, sino sus matices y detalles. A veces los árboles no dejan ver el bosque y detrás del fuego valyrio del Septo de Baelor hay una mujer sonriente que ha recorrido un largo viaje.

Cersei es el primero de los personajes que nos advierte que las cosas no van a salir como esperamos. Mientras en el trono se sentaba Robert Baratheon, era ella quien conducía los hilos, como una leona agazapada esperando su momento. Y tras la fachada de reina complaciente se escondía un intenso incesto con su hermano Jamie y una madre obsesionada con el bienestar de sus hijos.

Y es que como buena antagonista, es fácil empatizar con sus motivaciones, pero son las medidas que está dispuesta a tomar las que la ponen como una villana. Es consciente que si se sabe que Joffrey, Tommen y Myrcella son hijos de Jamie corren peligro de ser ejecutados. Por lo que emprende una guerra contra todas las casas.

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Una de las frases que más repitió Cersei era que estaba dispuesta a todo por sus hijos, y muchos se olvidan que cuando todo iba mal en la batalla de Blackwater, estuvo a milímetros de suicidarse y envenenar a Joffrey pensando que el ejército de Stannis Baratheon iba a irrumpir en el castillo. Momento en que hace su entrada triunfal Tywin y la detiene.

Fue ese deseo, de poner a salvo a sus hijos el que la motivó durante casi toda la serie, hasta que tocó fondo con la muerte de Joffrey, el suicidio de Tommen tras enterarse de la muerte de Margaery Tyrell y que Ellaria Sand envenenó a Myrcella. Y sin ellos ya nada tenía sentido, dejándose arrastrar en un espiral de odio y venganza que terminaron tiñendo su corazón y ropas de negro.

Se suele pensar en Cersei como un paralelo a Aerys II Targaryen, el Rey Loco, sin embargo, una persona delirante que veía enemigos en cada rincón, pero la Lannister siempre que decidió asesinar y conspirar, fue por el bien de su familia, nunca por placer. Matices en un recorrido por 7 temporadas que se suelen simplificar, pero que la elevan como una de las antagonistas más temibles y mejor construidas de la TV.

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