“Valar morghulis” (“todos los hombres deben morir”) dice el dicho popular en Essos y que Jaqen H’ghar se encargó de transmitirle a Arya. Y si bien la respuesta común es “valar dohaeris” (“todos los hombres deben servir”), la mejor es la que da Missandei a Daenerys: “Todos los hombres deben morir, pero nosotras no somos hombres”.
El universo de Game of Thrones es uno oscuro y lleno de peligros para todos los que viven ahí, pero es especialmente duro para las mujeres, las que muchas veces eran vistas y tratadas como sirvientas, según dictan las reglas del orden establecido en Westeros.
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Sin embargo, uno de los grandes valores de la historia es que las protagonistas, provenientes de todos los rincones del mapa, no están para nada de acuerdo con esa sentencia y han desafiado a todos, ya sea por motivos nobles, la venganza o la mera supervivencia.
A pocos días de que comience la octava temporada de la producción de HBO, acá recordamos algunos momentos en que las mujeres de GOT tomaron las mejores decisiones, eran las más astutas, se robaron todas las luces y simplemente fueron las mejores de la serie. Si tan sólo algunos hombres hubieran aprendido algo de ellas.
1. Catelyn Tully a Ned Stark: “No vayas a Desembarco del Rey”
Es uno de los hechos que hacen girar toda la trama de la serie. La partida de Ned Stark a Desembarco del Rey cruza toda la primera temporada y desemboca en una de las grandes tragedias. Todo porque la cabeza de Invernalia pecó de nobleza y de cero habilidad política.
Pero nada de esto debió ser una sorpresa y, además, se podría haber evitado completamente si hubiera seguido el consejo de Catelyn, su esposa, quien le advierte a Eddard que no vaya, porque el lobo no está preparado para enfrentarse a la jauría de leones. Si le hubiera hecho caso, quizás la historia acaba en la primera temporada.
2. El juego de tronos de Cersei Lannister
La actual reina regente de Westeros lideró algunas de las conspiraciones más deslumbrantes de la serie, las que van desde hacer estallar al Septo de Baelor por venganza, pasando por el asesinato de Robert Baratheon y la inesperada alianza con Euron Greyjoy para hacerle frente a Daenerys y Jon.
Sin embargo, es la advertencia que le hace al propio Ned la que se gana el podio por lo concreta, lapidaria y por su espíritu de declaración de principios de la propia historia en la primera temporada: “Cuando juegas el juego de tronos, tú ganas o mueres”. Que no digan que no lo advirtieron.
3. Daenerys Targaryen rompe cadenas en Astapor
Muchos discrepan del manejo político que ha tenido Dany en el viaje que la llevó de ser una pieza de intercambio para su hermano Viserys a la khaleesi, reina de Meereen y ahora real contendiente al Trono de Hierro. Pero lo que es incuestionable es que ha sido una de las protagonistas fuertes desde su despertar con los tres dragones.
Y si hay que quedarse con un momento, destaca por sobre otros la toma de Astapor, donde nunca se había visto más fuerte y entera con su plan para traicionar a los esclavistas de la ciudad y ganar un ejército sin costo alguno. Todo, mientras los mira arder, regocijándose en su victoria.
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Además, es un momento de inflexión en la misma serie, ya que las muertes que vimos, a diferencia de la mayoría, tienen un tono de liberación casi catártica, cercana a la revolución y de la esperanza (un bien más escaso que el propio acero valyrio).
4. El discurso feminista de Lyanna Mormont
Y si hablamos de momentos que enaltecen la moral, uno de los más sorprendentes fue el discurso de la niña de 10 años líder de la casa Mormont cuando Jon, Sansa y Davos Seaworth reclutaban a las familias del Norte para hacerle frente a Ramsay Bolton.
Lyanna se ganó el respeto y la admiración de todos con sólo un par de apariciones. La pequeña demostró más carácter e inteligencia que muchos Lords y una enorme lealtad a los Stark, poniendo a su disminuido ejército al servicio de la justicia, al igual que cuando alentó a todas las casas de la vecindad a proclamar a Jon como el nuevo Rey del Norte (momento que fue enlazado con la revelación de su verdadero nombre. Una secuencia enorme).
5. Margery Tyrell, la reina de los pobres
Prácticamente en el otro espectro se encuentra la fallecida hija mayor de los Tyrell y ex reina de Westeros. Todos sus calculados movimientos fueron para orquestar su escalada al poder, pero sin dañar a nadie. “Yo no quiero ser una reina, quiero ser la reina”, le confiesa a Petyr Baelish.
Con eso en mente es que Margery es la primera y quizás la única noble de todo Desembarco del Rey en darse cuenta que los pobres están sufriendo y como aspirante al trono debe acercarse, ¿y cómo lo hace? Va hasta un orfanato, en uno de los rincones más necesitados de la ciudad, para calmar al pueblo y ponerlos de parte del trono.
Mención aparte por haber aceptado y hasta auspiciar las relaciones homosexuales de Renly Baratheon, su primer esposo, rompiendo con el esquema romántico habitual de la fantasía en que la mujer sólo gira en torno a un interés amoroso masculino. De eso, nada para Margery.
6. Las estrategias de Sansa Stark
La líder de Invernalia aprendió de Cersei, Margery y Olenna a jugar como se debe a las estrategias políticas de GOT. Las torturas y abusos de los que fue víctima también hicieron lo suyo borrando completamente su inocencia e ingenuidad, para terminar como una de las más feroces de la historia.
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Lecciones que puso a prueba al salvar en el último minuto a Jon Snow en la Batalla de los Bastardos con el ejército del Valle de Arryn y al sentenciar el destino de Ramsay Bolton con sus propios perros de caza y el de Meñique en una notable espiral de engaños ejecutada como una veterana de mil batallas y gestada en la cocina de Invernalia.
7. El sexo deconstruido de Missandei de Naath
La consejera por excelencia de Daenerys suele dar clases de criterio aunque la Rompecadenas y la Que No Arde no la considera muy a menudo.
Pero cuando sí marcó un hito para los espectadores fue con su relación con el eunuco Gusano Gris, con quien demostró no sólo que no son necesarios “el pilar y las piedras” para tener sexo, sino que dio un golpe a la mesa diciendo adiós a la relación falocéntrica y explorando la sexualidad mucho más allá.
8. La fría y dulce venganza de Arya Stark
La pequeña loba se tomó su tiempo para que la lista de fichados comenzara a correr, pero lo hizo con una de las escenas más oscuras de la serie. Hablamos de sir Meryn Trant, al que dejó ciego en un burdel tras enterarse que se acostaba con niñas muy pequeñas y menores de edad.
Pero, sin dudas, la más aplaudida fue cuando usó las habilidades aprendidas en la Casa de Blanco y Negro del Dios de Muchos Rostros para, por fin, darle a Walder Frey los saludos de los Stark, asesinándolo a él y a un montón de sus comensales. El inverno había llegado para la casa Frey.
9. El sarcasmo asesino de Olenna Tyrell
Muy seguramente la veterana de los Tyrell tiene historias muy buenas que se fueron a la tumba con ella, pero de las que presenciamos, sin duda, la llamada Boda Púrpura en que envenena a Joffrey es la más notable.
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La matriarca no fue un personaje que gozara de mucho tiempo en pantalla, pero cada vez que aparecía fue un deleite gracias a su sarcasmo y comentarios mordaces. No por nada era la única que dejaba callado a Tywin Lannister, a Cersei y a Jaime, a quien le confesó en su cara y con un diálogo magistral que ella había sido quien mató al odioso rey.
10. Las visiones de Osha de los pueblos salvajes
La salvaje que acompañó a Bran Stark y a Hodor en su escape tras la arremetida del por entonces traidor Theon Greyjoy fue, al igual que Catelyn, una visionaria a la que nadie hizo caso por ser mujer, aunque a mediano y largo plazo tuvo toda la razón.
Ella le vaticinó a Robb Stark muy temprano en la historia no sólo que el verdadero enemigo estaba en las tierras tras El Muro, sino que si viajaba al sur con destino a Desembarco del Rey encontraría sólo tragedia. Por supuesto que no le hizo caso y todos sabemos que el Joven Lobo, como lo apodaron, encontró la muerte en la Boda Roja en Los Gemelos.
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