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Muchos practican esta dieta sin saberlo, ya que no consiste en dejar del todo la carne. Una alimentación flexitariana, o semi vegetariana, es aquella que es principalmente se rige por la ingesta de vegetales, pero con la inclusión ocasional de carnes o pescados.
Desde que entró a estudiar Agronomía hace 8 años, Estefanía Pizarro cambió su dieta a una con baja ingesta de carne, pero no supo hasta algunos meses que la alimentación que seguía tenía un nombre: “Yo decía ‘¿qué puede ser mi dieta si sólo como pollo y pescado a veces? Y todos me preguntaban si era vegetariana, pero decía que tampoco, que solo como menos carne. Ahora podría decir que ya definí mi dieta”.
La nutricionista Sofía Ulloa, magíster en Nutrición, tiene un Instagram (@sofiaulloa.nutricionista) donde comparte recetas saludables y atiende dudas respecto a diferentes tipos de dietas.
Varias las preguntas que le llegan a su consulta por la dieta flexitariana por eso asegura que “si uno quiere empezar este tipo de dietas tiene que asesorarse con un especialista, ojalá un nutricionista, para que los días que no se consume proteína de origen animal consumir otro tipo de proteínas vegetales y dejar una buena alimentación. Preocuparse que los niveles de la vitamina B12 estén en rangos normales”.
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Cuidado al medio ambiente, la razón de varios
Según la última encuesta Ipsos, un 22% de los chilenos ya se ha sumado a esta tendencia, y cada vez hay más personas que escogen este tipo de dieta por los beneficios que trae.
“Son personas que quieren reducir su consumo de carne a un par de veces o una vez a la semana, ya sea por motivos de medio ambiente o por tema de salud”, asegura la nutricionista. En el caso de Estefanía este cambio de dieta comenzó justamente por el tema medio ambiental:
“Yo llegué al ramo de animales que tenía en la carrera y empecé a visualizar la cantidad de agua que consume el animal y la cantidad de metano que emite. Entonces empecé más que nada por un tema de reducir mi huella hídrica y de carbono”, cuenta la joven agrónoma.
En la tienda Protteina hace meses que se dan cuenta de esa tendencia cuando los clientes llegan a preguntar por sus productos veganos, vegetarianos, sin gluten y sin lactosa. Su fuerte son las proteínas que parecen ser carne, pero que están hechas en base a vegetales.
Sandra Porcile, directora y fundadora de Protteina Foods, cuenta que “lo que llega también no es gente que se está transformando en vegana o vegetariana. Llega cada vez más gente que dice ‘quiero disminuir mi consumo de carne ¿Cómo lo hago?’ Y nosotros le decimos que el factor más relevante es que los productos con que reemplaces tienes que ser ricos”.
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Variedad de recetas
Comer con menos carne no es comer recetas de mal sabor, dice la nutricionista Sofía Ulloa: “No es tan difícil armar una minuta semanal. No es como los veganos que hay que ser más estricto y detallista para preocuparse de suplir las proteínas. En este caso el flexitariano puede tener ingesta una o dos veces a la semana ingesta de carne animal, depende de como adaptar la dieta. Puede llevar un día consumo de huevo, otro día de legumbres, carne de soya o algún tipo de lácteos”.
Todo lo que se hace con carne se puede hacer sin ella sin dejar de lado el sabor dice la dueña de Protteina Foods. Hoy existen alimentos que simulan ser desde nuggets de pollo, hamburguesas o pescado. Por ejemplo, Sandra Porcile, comenta: “hago una paella vegana. Agarro todo lo que son las longanizas veganas, las corto y haces la misma receta de la paella normal. Tu las cortas, las salteas, le pones un poco de pollo si quieres, el arroz, las arvejitas, todas las verduras que quieras y tiene el mismo sabor que una paella tradicional”.
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