Un grupo de vendedores ambulantes se tomó las dependencias de la Municipalidad de Santiago para exigir a la alcaldesa Irací Hassler (PC) que entregue unos permisos de trabajo supuestamente prometidos.
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Según los manifestantes, las autoridades acordaron la entrega de 1.500 autorizaciones, las cuales les permitirían operar sin complicaciones. Sin embargo, el municipio aseguró que no existía una cifra exacta.
Los dirigentes señalan que, durante su campaña, la actual alcaldesa les prometió regularizar su situación, cosa que aún no ha ocurrido.
“Hicimos lo que ella dijo y ahora nos da vuelta la espalda”, dijo una de las comerciantes.
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Los vendedores salieron por su cuenta del edificio municipal tras acordarse una reunión con representantes de la comuna. Sin embargo, otro grupo de comerciantes no sindicalizados, también busca ser recibido y llegar a un acuerdo.
Personal policial se quedó resguardando la entrada del edificio, mientras un grupo más grande de vendedores ambulantes se encuentra protestando en la Plaza de Armas.
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