$207.899 es el total de la cuenta de luz que le llegó a Fabiana Rabanal, una vecina de Renca que denunció que la fuerte aumento de la cuenta se produjo después que le cambiaran el medidor de electricidad de la vivienda que arrienda con su pareja y su hija.
“Ellos entraron con mentiras a mi casa diciéndome que venían hacer revisión del medidor y yo, sin nada que ocultar, los deje entrar sin ninguna desconfianza. Los dejé solos en el patio mientras hacían su revisión. Luego de 15 minutos ellos me llamaron y me dijeron que debían cambiar el medidor porque está tomado“, relató la clienta a CNN.
“Les dije que era imposible porque nosotros desde que estamos aquí hemos pagado luz, que jamás hemos tocado ese medidor. Ellos nos dijeron que quizás fueron los anteriores arrendatarios”, agrega.
Fabiana asegura que el personal de la compañía le informó que “si no lo cambiaba tenían que dar la orden para que me cortaran la luz”, y que debía firmar una autorización para cambiar el equipo.
Un mes más tarde llegó al domicilio una cuenta de $150 mil por un cobro no registrado. Aunque intentó contactarse con la empresa, desde Enel le informaron que se acercara a una sucursal, cosa que no optaron por hacer. “Ellos (Enel) debieron haber hablado con la dueña, no la arrendataria”, afirmó al citado medio.
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La deuda creció más y cuando llegó la cuenta de más de 200 mil pesos decidió hacer pública su denuncia a través de redes sociales. Enel respondió a esto con una imagen.
En la boleta se detalla que de los $207.899, $35.414 corresponden al cambio de equipo, $15.587 por el consumo anterior, $146.142 por consumo no registrado por el medidor.
“Empezamos a llamar a Enel en el cual jamás recibimos respuesta, más que tirarnos a distintos números para poder hacer el reclamo”, comenta la clienta, quien señala que luego desde la empresa le informaron que “la única solución era repactar la deuda porque mi medidor supuestamente estaba tomado”.
Tras la denuncia, Enel emitió un comunicado en el que explicaron la situación, indicando que el cambio de medidor no fue por uno de los llamados “dispositivos inteligentes”, sino que sólo por uno más moderno.
“Los consumos de la propiedad habían bajado de un promedio de 160 kWh/mes a 40 kWh/mes. La inspección reveló que el medidor estaba intervenido por terceros desde 2016“, detallaron.
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Foto: Cristobal Escobar / AGENCIAUNO
La compañía precisa que continuamente se hacen inspecciones en las casas y que cuando se detecta una situación irregular, se realiza el cambio de medidor y/o se normaliza el empalme del cliente para corregir la irregularidad detectada previa aprobación del cliente.
“Posteriormente, se calcula un promedio de referencia del consumo del cliente y se facturan los consumos no registrados por el medidor. En este caso, se facturaron 12 meses de consumos retroactivos, aun cuando la intervención es de un período mayor”, añaden.
En este caso, el cobro de consumos no registrados se debe al medidor intervenido por terceros y un cobro por reparación de daños en empalme y medidor tradicional.
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