En marzo de este año, 8 de cada diez familias a las que se les preguntó si donarían los órganos de un pariente respondieron “no”. A la par, en ese mes se registró un récord de la mayor negativa de familias a la donación de órganos al menos desde enero de 2017, según informa El Mercurio.
Esta situación complica al sistema de transplantes, que durante este año ha sufrido una fuerte caída.
En concreto, en agosto de 2018 sólo se presentaron 68 donantes, poco más de la mitad de lo registrado en el mismo mes un año antes (128). Mientras esto sucede, la lista de espera por una operación continúa creciendo. De seguir la tendencia, la negativa familiar podría superar el 48% que se registró en el 2017.
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Esta situación alertó a José Manuel Palacios, presidente de la Sociedad Chilena de Trasplante, quien indica que habría que investigar si en algún lugar del país pasó algo que explique el nivel de desconfianza que existe en la población, con respecto a la donación de órganos.
Complementando a este punto, el ministro de Salud, Emilio Santelices, indicó a El Mercurio que una posible causa sería el dictamen de Contraloría, que prohibió a fines del año pasado a los equipos de salud pedir autorización a las familias de donantes para poder concretar la operación.
Palacios estima que existen dos motivos en la baja donación de órganos en Chile: “En los lugares donde debiera hacerse la pesquisa activa, como los servicios de urgencia y unidades críticas de hospitales, se detecta solo la mitad de los posibles donantes, y una alta negativa familiar”.
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A esto, agrega que este tipo de asuntos se ha combatido en otros países a través de acciones en colegios y educación superior, pero advierte que en Chile, “solo viendo las carreras de la salud, en Medicina el tema se toca solo en dos oportunidades en siete años”.
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