La Iglesia Católica chilena atraviesa uno de los peores momentos de su historia tras las diversas denuncias de abuso sexual y violación cometidos durante años por algunos de sus integrantes.
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La condena ciudadana a estos actos y a las acusaciones de encubrimiento que han caído en figuras trascendentales como el arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, ahora también comenzó a afectar al bolsillo de la iglesia.
Así lo reveló la última Encuesta Bicentenario, citada por el diario El Mercurio, la que señala que “la confianza en la jerarquía de la iglesia por parte de fieles y ciudadanos en general ha disminuido”.
Esta disminución de la confianza se ha traducido, según el informe, en una importante disminución del aporte mensual que los feligreses hacen voluntariamente, también conocido como el 1%.
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Si en 2016 la arquidiócesis capitalina recaudó vía 1% mensual de sus fieles, un total de $3.411 millones, esa cifra cayó levemente hasta los $3.322 durante 2017. Paralelamente el dinero recaudado por medio de donaciones de privados pasó de representar el 41% a sólo un 11% en esos mismos años, según señaló el medio citado.
Cabe esperar el balance de recaudación 2018, el que será público el próximo año, donde se podrá constatar con mayor claridad el impacto económico en la Iglesia producto de los escándalos sexuales de algunos de sus miembros.
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