Durante el estallido social Fabián Gutiérrez asesinó a una persona y dejó gravemente herida a otra, luego de que una turba intentara saquear su local en Puente Alto. Hoy, en arresto domiciliario, entrega su testimonio y explica las razones que lo llevaron a usar un arma de fuego.
“Era un día en que Puente Alto estaba desbordado, era un pueblo sin ley. Yo hice todo lo posible para que esto no pasara. En mi local bajaron de tres o cuatro vehículos indicando que había que saquear este local. Todo lo que me quedaba en ese momento era mi local. Son ocho o nueve años de sacrificio y todo lo que tenía estaba puesto ahí”, recordó Fabián, quien fue imputado por homicidio y homicidio frustrado, descartándose una legítima defensa.
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“Después de lo que pasó fui a entregarme a la comisaría inmediatamente, para explicar que yo efectué los disparos con mi arma, y a entregarla”, continuó.
Fabián asegura que ya ha sido víctima de siete asaltos: “Una vez nos robaron toda la mercadería, otra vez a mi hija le pusieron una pistola en su cabeza, cuando tenía cinco años. Dos años después llegaron unos asaltantes vestidos de PDI y lo primero que hacen es tomar a la niña. Se llevaron 12 millones de pesos en ropa y un millón de la caja”.
El 29 de diciembre de 2018 su padre fue asesinado a disparos tras un nuevo atraco en el almacén donde vendía junto a su esposa desde hace 20 años. Lo mataron por cincuenta mil pesos que tenía en una caja registradora.
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“Cómo le explico a mi hija de nueve años que ha tenido dos veces una pistola en su cabeza, que su papá estuvo preso y le mataron a su abuelo cuando le entraron a robar”, se quejó el comerciante, aunque reconoció: “Siempre te vas a arrepentir. No lo hice pensando que vas a quitar la vida de una persona”.
Fabián, finalmente pidió ayuda a los testigos: “Si hay gente que vio lo que pasó, vio a las personas cómo rompían mis cortinas, que se contacten conmigo. Todo es confidencial, y que nos puedan ayudar con su testimonio real de lo que vieron en ese momento”.
La víctima fatal fue un ciudadano peruano, trabajador de la construcción, y residente en Chile hace siete años. El hombre perdió la vida tras recibir un proyectil en la cabeza, cuando regresaba del trabajo a su casa.
Su hermana descarta que haya sido parte de la turba: “No quiero que se ensucie su nombre. Él era un buen hombre, honesto. No le gustaba meterse con nadie, le gustaba salir adelante por sus propios medios, con sus esfuerzos. Esa vez venía de trabajar”.
En tanto, Yasne Pastene, de la Fiscalía Local de Puente Alto asegura: “No existe una proporcionalidad en el medio empleado. Él no se encontraba en el interior de este local. Este local estaba con todas sus cortinas abajo”.
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