{"multiple":false,"video":{"key":"b4BYoW12kc","duration":"00:06:28","type":"video","download":""}}

(CNN) — Este martes, los herederos al trono de Gran Bretaña -el príncipe Carlos y el príncipe Guillermo- ocuparon el centro del escenario en la apertura del parlamento, reemplazando a la reina Isabel, de 96 años, que se perdió el gran evento por primera vez en casi seis décadas.

Con la Reina obligada a retirarse el lunes debido a problemas de movilidad recurrentes, Carlos, de 73 años, llegó al Palacio de Westminster para leer la agenda legislativa del gobierno.
Charles, que había asistido a la inauguración del parlamento junto con su madre en los últimos años, comenzó a leer cada proyecto de ley diciendo: “El gobierno de su majestad hará”.

Lee también: Bachelet pidió a las autoridades de Sri Lanka que eviten más violencia: “Estoy profundamente preocupada”

Antes de que se llevara a cabo el evento, había duda entre los que estaban en la Cámara de la Cámara de los Lores sobre si Carlos se sentaría o no junto al trono ceremonial o se pararía frente a él. Cuando llegó y se sentó en el trono, hubo una sorpresa audible entre los que miraban en persona.

La apertura estatal del parlamento es un evento de gran pompa en el que tradicionalmente la reina viaja a la asamblea en un carruaje estatal, escoltada por soldados montados en uniforme ceremonial, mientras que la corona del estado imperial y otras insignias viajan adelante en un carruaje de su propio.

La reina se ha perdido la ocasión solo dos veces durante su reinado de 70 años: en 1959 y 1963, cuando estaba embarazada de sus hijos Andrés y Eduardo.

Lee también: Advierten que viento y sequía podrían propagar incendios forestales en Estados Unidos

La reina, que se ha perdido varios compromisos públicos desde que fue hospitalizada una noche en octubre pasado por una enfermedad no especificada, tuvo que emitir una ‘Patente de cartas’ para autorizar a Carlos y Guillermo a desempeñar su papel en el evento constitucional.

El evento tuvo lugar en un momento significativo en la política británica, ya que las consecuencias del escándalo “Partygate” continúan acechando al primer ministro Boris Johnson. Tradicionalmente, los líderes del gobierno y la oposición usan el Discurso de la Reina como un momento para dejar de lado sus diferencias y conversar amistosamente mientras caminan de la Cámara de los Comunes a la Cámara de los Lores.

Tags:

Deja tu comentario