Esta semana los chilenos detenidos en Malasia fueron finalmente condenados a dos años de cárcel por la muerte de un ladyboy en la ciudad de Kuala Lumpur. De esos dos años ya han cumplido 15 meses, por lo cual sólo les restarían nueve.
La sentencia fue tomada con una actitud positiva por parte de quienes seguían expectantes el caso desde Chile. De la posibilidad de morir en la horca, pasaron a tener la opción de salir antes de que acabe el año si es que así se determina por buena conducta
Las responsables tras la buena fortuna de Felipe Osiadacz y Fernando Candia son dos mujeres: una madre y una hija, ambas reconocidas abogadas no sólo en Malasia, sino también en el extranjero.
¿Quiénes son las abogadas?
Según consigna Emol, Saraswathy Devi y Venkateswari Alagendra son especialistas en derecho penal y tienen experiencia representando a ciudadanos extranjeros. Entre sus más grandes logros está nunca haber perdido un juicio; se lo atribuyen a su capacidad estratégica para lograr acuerdos con los demandantes.
Devi, la madre, estudió derecho en Inglaterra, al igual que sus ocho hermanos. Cuando se tituló en 1960 se trasladó de inmediato a Malasia, donde se convirtió en una de las primeras mujeres en dedicarse a esa profesión y fue discriminada por hombres que aseguraban que los tribunales no eran el lugar adecuado para ella.
Demostrando lo contrario, ella es ahora una de las abogadas más connotadas en Malasia. Ha trabajado en casos que van desde homicidios y narcotráfico, hasta casos de niños y mujeres relacionados con la prostitución.
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Sus cuatro hijas siguieron sus pasos, incluida Alagendra, quien trabajó en el caso de los dos chilenos. Ella también estudió derecho en Inglaterra y ha alcanzado gran prestigio en su país por su desempeño en casos penales.
Sus logros más destacados han sido defendiendo a figuras internacionales como el ex Presidente de Kenia William Ruto y el embajador Francis Muthaura ante la Corte Penal Internacional (CPI), y el político Fatmir Limaj en Kosovo, en juicios por crímenes de guerra.
¿Cómo llegaron los chilenos a ellas?
Las familias de Osiadacz y Candia pudieron contratar los servicios de las abogadas gracias a la gestión de la embajada de Chile en Malasia, que desde el comienzo estuvo atenta a la situación de los jóvenes.
Desde que asumieron el caso dejaron en claro que la pena de muerte no era una opción. “No se preocupen, tengo confianza en el proceso”, dijo Saraswathy en agosto a T13.
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