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(CNN) – Moscú impondrá un lockdown de 10 días a partir de la próxima semana en un esfuerzo por frenar los crecientes casos de COVID-19, dijo el alcalde de la ciudad, mientras Rusia atraviesa su peor fase de la pandemia.

“En los próximos días, alcanzaremos peaks históricos en los casos de COVID-19“, escribió Sergey Sobyanin en su blog, antes de anunciar restricciones estrictas del 28 de octubre al 7 de noviembre.

“Durante este período, el trabajo de todas las empresas y organizaciones en el territorio de la ciudad de Moscú deben suspenderse“, dijo, antes de esbozar algunas excepciones limitadas.

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A principios de esta semana, la ciudad ordenó a todos los residentes no vacunados mayores de 60 años, así como a las personas no vacunadas que “padecen enfermedades crónicas”, que permanezcan en casa durante cuatro meses hasta fines de febrero.

La crisis rusa del COVID-19 se está profundizando y sus funcionarios han comenzado a admitir abiertamente que el país se enfrenta a un invierno terrible.

En los últimos días informó su mayor número de casos diarios y muertes, y registró un récord oficial de 1.028 muertes el miércoles.

El primer ministro Mikhail Mishustin dijo en una reunión del grupo de trabajo COVID-19 que la carga sobre las instituciones médicas está aumentando seriamente, mientras que el gobernador de la región de Oryol, Andrey Klychkov, reveló recientemente que la región no tiene la capacidad para hospitalizar a más pacientes por Coronavirus.

“La cifra más terrible es que teníamos 1.854 camas preparadas, hoy no hay más camas libres disponibles. Por supuesto, liberaremos tantas camas como podamos, buscaremos opciones. Pero de momento no hay camas, y esto genera serias preocupaciones “, dijo Klychkov durante una transmisión en vivo en Instagram.

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Los expertos culpan a una campaña de vacunación lenta, un sistema de atención médica abrumado y una desconfianza generalizada en el gobierno por la situación.

Los esfuerzos de Rusia para reducir la transmisión se han visto seriamente obstaculizados por un programa de vacunación mediocre. Solo alrededor del 30% de la población está completamente vacunada, en un país donde se encuentran disponibles cuatro vacunas domésticas.

El martes, cuando el país alcanzó otro récord de muertes por COVID-19, el Kremlin admitió su responsabilidad parcial por las bajas tasas de vacunación.

“Por supuesto, no se hizo todo lo que había que hacer para informar y explicar la inevitabilidad y la importancia de la vacunación“, dijo a los periodistas el portavoz del presidente Vladimir Putin, Dmitry Peskov.

“Pero al mismo tiempo, los ciudadanos de nuestro país deben asumir una posición más responsable y vacunarse”, agregó.

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