(CNN) – Emmanuel Macron y Marine Le Pen parecen ser los principales candidatos en la primera ronda de las elecciones presidenciales francesas, según muestra un análisis de los primeros resultados, lo que prepara una revancha de la contienda de 2017.
Macron, el actual presidente de Francia, parece estar a punto de obtener el 28,6% de los votos, lo que lo coloca en el primer lugar, según un análisis realizado por la encuestadora IFOP-Fiducial para las emisoras francesas TF1 y LCI. Le Pen, la abanderada de la extrema derecha francesa, está en camino de ocupar el segundo lugar con un 23,6%.
Doce candidatos se postulaban para el puesto más alto. Si ninguno de ellos recibe más del 50% de los votos, los dos principales candidatos se enfrentarán en una segunda vuelta el 24 de abril. Pero una segunda vuelta está casi garantizada: ningún candidato presidencial francés ha ganado nunca en la primera vuelta bajo el sistema actual.
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La contienda estuvo marcada por la apatía de los votantes, según IFOP-Fiducial, la participación de votantes se estimó en 73,3%, la más baja en una primera vuelta en 20 años. Si bien Macron parece estar en camino de ganar la primera ronda, es una figura polarizadora cuyo índice de aprobación se ha rezagado durante su primer mandato.
Macron busca convertirse en el primer presidente francés en ganar la reelección desde Jacques Chirac en 2002. Si bien las encuestas le han dado una ventaja constante sobre el campo, la contienda se estrechó significativamente el mes pasado.
En tercer lugar quedó el agitador izquierdista Jean-Luc Melenchon con un 20,1%. Melenchon disfrutó de un aumento tardío de apoyo y fue considerado un posible candidato oscuro para desafiar a Macron.
Ningún otro candidato obtuvo más del 10% de los votos, según el análisis. El comentarista político de extrema derecha convertido en candidato presidencial, Eric Zemmour, quien disfrutó de un escaño entre los tres principales candidatos hasta marzo según una encuesta de IFOP, obtuvo un 7%.
Las encuestas antes de la carrera mostraron que una segunda ronda de Macron vs. Le Pen era el resultado más probable. Macron venció cómodamente a Le Pen hace cinco años, pero los expertos han dicho que una segunda competencia entre los dos sería mucho más reñida que la carrera de 2017.
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Macron ya no es un advenedizo político y debe postularse con un historial mixto. Si bien su ambicioso plan para reforzar la autonomía y el peso geopolítico de la Unión Europea le ganó el respeto en el extranjero y en el país, sigue siendo una figura divisiva en lo que respecta a las políticas internas.
El manejo de Macron del movimiento de los chalecos amarillos, una de las protestas más prolongadas de Francia en décadas, fue ampliamente criticado, y su historial sobre la pandemia del COVID-19 no es concluyente.
La política característica de Macron durante la crisis, que exige que las personas muestren un comprobante de vacunación para seguir con su vida normal, ayudó a aumentar las tasas de vacunación, pero incitó a una minoría vocal en contra de su presidencia.
Aunque Le Pen es mejor conocida por sus políticas de extrema derecha, como restringir drásticamente la inmigración y prohibir el velo musulmán en lugares públicos, esta vez ha llevado a cabo una campaña más convencional, suavizando su lenguaje y centrándose más en cuestiones de bolsillo, como el aumento del costo de la vida, una de las principales preocupaciones del electorado francés.
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