Por Mónica Rincón
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Publicado por CNN

Era el único fallo posible que no necesitaba explicación. El mejor para Chile y el más improbable. El que deja a Evo Morales en una situación compleja.

No tanto porque la Corte haya ratificado que los tratados se cumplen y que el que dialoga no se obliga, dando razón total a Chile; sino que la situación de Morales es compleja sobre todo porque infló expectativas y sostuvo que La Haya era el camino para volver a tener una salida soberana al mar.

Los hechos no le dieron la razón y comienzan las críticas de algunos políticos bolivianos, algo antes impensado.

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Hoy, Morales intenta decir que la Corte invoca al diálogo. Para ser estrictos, lo que la Corte -a la que él decidió acudir- dice es que nada impide negociar, pero que nada obliga a Chile a hacerlo.

Perú, que ganó harto mirando para el lado, es otro actor relevante. Porque para construir un futuro, para una nueva y buena relación, se necesitan tres. Se necesitan también relaciones diplomáticas y se hace bastante inútil el empeño de Bolivia en no reestablecerlas con Chile.

Porque hoy ha terminado el capítulo jurídico, pero no el político de una aspiración que Bolivia recuerda es irrenunciable.

Y en nuestro país es bueno no olvidar a ese norte, un norte históricamente postergado por el centralismo. Pasada La Haya es posible y necesario hablar más que de territorio, de desarrollo. De uno que incluya a esas zonas más extremas, donde la vida es más dura, donde empieza Chile.

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