Hace algunos días, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, fue reelecto en las elecciones generales, un proceso que ha sido ampliamente criticado debido a la ausencia de candidatos de la oposición -la mayoría de ellos encarcelados- y a discrepancias sobre la participación.
El ex guerrillero sandinista, que está en el poder desde 2007, va por su quinto mandato presidencial consecutivo en medio de cuestionamientos a su legitimidad por la detención de siete aspirantes presidenciales y la eliminación de tres partidos políticos.
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La tensión política y social se arrastra en el país desde hace ya varios años. Los hechos de violencia ocurridos en 2018 fueron uno de los puntos de partida del libro Tongolele no sabía bailar, del periodista, escritor, abogado y político nicaragüense Sergio Ramírez.
“Usé la novela negra como un vehículo para contar acontecimientos muy recientes, específicamente lo que ocurrió en 2018, cuando jóvenes desarmados salieron por miles a las calles a protestar contra la dictadura y fueron masacrados hasta llegar a un número de más de 500 víctimas”, detalló.
Ramírez añadió que la novela negra le permite “tomar la distancia que de otra manera me comprometería como escritor en el panfleto político”. Esta obra es un trabajo de ficción “en donde la trama policíaca es la que lleva a los personajes a involucrarse en lo que está ocurriendo en Nicaragua en 2018”.
Crédito: INTI OCON/AFP via Getty Images)
La nueva novela culmina una trilogía precedida por El cielo llora por mí (2008) y Ya nadie llora por mí (2017). “Esta entrega fue una de las más importantes, ya que el represor, apodado Tombolele, acaba siendo molido por la maquinaria del poder dentro de toda la trama de intrigas, traiciones y zancadillas”, dijo el autor.
“El régimen en 2018 se vio desbordado por los acontecimientos, ya que todos los días había manifestaciones en todas las ciudades del país, principalmente en Managua, donde miles de personas salieron a las calles a protestar y los estudiantes arrastraron a toda la población a estas protestas”, detalló Ramírez.
El escritor detalló que, ese año, Ortega y su esposa, al verse sobrepasados por la situación, decidieron sacar las armas “empuñadas por paramilitares que fueron reclutados”. “En la novela se narran estos acontecimientos donde muchos jóvenes murieron por el fuego de francotiradores entrenados”.
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El laureado escritor, ganador del Premio Cervantes, recalcó que la represión ha provocado, además de muertos, miles de exiliados. “Sólo desde mayo de este año, y hasta la fecha, han salido más de 40 mil exiliados políticos hacia Costa Rica y miles más en búsqueda de la frontera con Estados Unidos”.
“El país está quedando despoblado respecto a la dirigencia juvenil que pudo haber llevado adelante un alzamiento cívico contra Ortega (…), pero de todas maneras, la situación en Nicaragua es insostenible a mediano plazo y creo que se organizará una nueva resistencia dentro del país”.
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