El ex ministro secretario general de la Presidencia, José Antonio Viera-Gallo, analizó el panorama político de cara al plebiscito del 26 de abril, abordando el rol de Sebastián Piñera y el orden público de cara a marzo.
En entrevista con Hoy Es Noticia de CNN Chile, Viera-Gallo se refirió a las críticas hacia parte de la oposición desde el oficialismo, ya que no consideran que haya una condena clara a la violencia. El ex secretario de Estado lamentó las acciones violentas en algunas manifestaciones y explicó que “ha resultado en cierto momento bastante complejo dar solidaridad al movimiento social y al mismo tiempo rechazar las acciones violentas, sobre todo porque la reacción policial se hizo en muchos casos violando los derechos humanos”.
“De un tiempo a esta parte, ha quedado claro que hay que separar las aguas. Todo lo que significa violencia hoy día va en contra del plebiscito y en contra de la posibilidad de aprobar una nueva Constitución. Y en realidad hay sectores más extremos, de los grupos violentos, que lo que están hablando es más bien de una idea insurreccional, o sea, de la idea de hacer un cambio no por las vías jurídicas legales que estableció el acuerdo del 15 de octubre”, agregó.
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Sobre la franja para el plebiscito y las distintas campañas por el Apruebo y el Rechazo, comentó que “en algunos de los plebiscitos más trascendentes, en Colombia, por ejemplo, con el proceso de paz, o en el Brexit en Inglaterra, hubo resultados sorpresivos, y en el caso de Inglaterra se acusa también que hubo manipulación de falsas noticias que venían del extranjero. Bueno, Chile no está indemne a eso, tambíen pueden venir noticias falsas, campañas que tratan de manipular la opinión pública, pero tengo mucha confianza en la gente. El chileno cuando quiere se informa y decide”.
Viera-Gallo también analizó el papel de Piñera y sostuvo que “el desafío mayor para el presidente va a ser cuando termine el plebiscito. Si gana el Apruebo, como pareciera que va a ocurrir, ahí el Gobierno debería tomar una posición mucho más nítida y más clara en favor del buen funcionamiento de la convención constituyente. Pero por el momento al presidente no le queda otra que la prescindencia”.
A dos semanas de que comience marzo y en el marco de las expectativas por el orden público en un mes que estaría marcado por las movilizaciones, el ex secretario de Estado dijo que espera “que el mismo avance hacia el plebiscito vaya ordenando el cuadro político de la conducta ciudadana y que la gente que se manifiesta, y a veces con justa razón, entienda que la organización y la forma de esa manifestación tiene efectos y puede ser muy decisivo en el plebiscito que tenemos por delante“.
De todas formas, recordó: “¿Qué peores condiciones teníamos que bajo la dictadura de Pinochet para hacer un plebiscito? Había miedo, inseguridad, y sin embargo la gente se atrevió, salió masivamente y votó”.
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