{"multiple":false,"video":{"key":"oVLeYE4gXH","duration":"00:12:06","type":"video","download":""}}

Después de una semana bloqueando el tránsito, el buque que encalló en el Canal de Suez fue liberado por completo el lunes por la tarde. El barco, llamado Ever Given, pesa 224 mil toneladas y es casi tan largo como como la altura del Empire State.

El incidente había causado alerta mundial por las implicancias económicas que podía traer para distintos países. Algunos expertos habían sugerido que aún podían pasar más semanas antes de ser liberado. 

En Última Mirada, el analista internacional Raúl Sohr explicó que el canal “es una arteria vital para el comercio internacional. Entre el 11% y 12% de todo el comercio mundial pasa por el Canal de Suez, de manera que cuando esto se taponea, tiene un impacto tremendo”. 

“Cundo se interrumpe el tráfico, las pérdidas potenciales son enormes. En este caso se calcula que las pérdidas podían llegar entre US$ 6 mil y US$ 10 mil millones”, sostuvo. 

El barco, aseguró el analista, “no estaba diseñado para pasar por el canal, aunque puede hacerlo y el canal tiene la profundidad; pero el canal tiene apenas 300 metros de ancho y el Ever Given tiene un largo de 400 metros, es decir, cuando se tuerce, presumiblemente por vientos muy fuertes, tenía 100 metros más que el ancho del canal”.

Lee también: Raúl Sohr: “EE.UU. ve con preocupación lo que puede pasar en el norte de China, pero no le preocupa Arabia Saudita”

El experto explicó que este tipo de buques nacieron durante la crisis del petróleo. Ante el aumento del precio de este combustible fósil, se volcaron los esfuerzos a intentar poner el máximo de carga dentro de un solo barco. “Este es un producto directo de la globalización, en el sentido que había una tercerización, una relocalización de fábricas, entonces es necesario mandar gran cantidad de piezas y repuestos a plantas en distintos lugares (…) Simplemente se coordinaba la llegada de los buques para ir armando los distintos productos”, dijo. 

Esto significaba un ahorro importante tanto en petróleo como en tripulación, ya que un buque equivalía hasta a 12 más pequeños. Con esto, “las ventajas económicas eran evidentes, pero era demasiado grande” . 

Finalmente, el buque pudo desencallar gracias a una mezcla de acción humana y natural. Según señaló Sohr, “llegaron enormes remolcadores que empezaron a jalar, pero ¿quién dio el toque mágico? La Luna, porque subió la marea y como tuvimos esta luna especial llena recién, eso provocó mareas más altas y eso fue, junto con la excavación, con todos los esfuerzos que se estaban haciendo, cómo se pudo destrabar este buque”. 

Ahora, “hay una gran discusión sobre qué es lo que generó este accidente. Se le atribuye a una tormenta de arena que dificultó la visibilidad y empujó al buque, pero hay otros buques más vulnerables que no se desviaban y terminaban encallando. Hay quienes dicen que el capitán es el responsable. Una cosa la puedo dar firmada, es el fin de la carrera del capitán de este buque. Como siempre suele ocurrir, cuando un capitán tiene un accidente de cierta magnitud, es el fin de carrera”. 

Otra consecuencia de este accidente, advirtió el analista, es que va a “dar pie a una gran reflexión sobre el comercio mundial y las vulnerabilidades que tenemos”.

Tags:

Deja tu comentario