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El primer ministro de Australia, Scott Morrison, regresó a su país en medio de las críticas que generó su ausencia durante la grave crisis medioambiental que atraviesa el país oceánico. En su primer día de trabajo, Morrison pidió disculpas a los australianos y sostuvo una serie de reuniones para abordar la emergencia.

Las altas temperaturas y los fuertes vientos dificultan la labor de bomberos, quienes han debido evacuar las zonas más críticas. En Nueva Gales del Sur hay cerca 118 focos activos, lo que incluso ha llevado a algunos residentes a construir fosas subterráneas.

En Última Mirada, el analista internacional Raúl Sohr explicó que “Australia siempre ha tenido incendios y siempre ha tenido problemas climáticos, pero le advirtieron al Gobierno que esto se iba a incrementar y es exactamente lo que está ocurriendo“.

“Esto ha desatado un debate político muy fuerte en Australia porque es el principal exportador de carbón del mundo y el carbón es el mayor generador de CO2, que es el principal de los gases de efecto invernadero. Por lo tanto, a Australia hay que indicarla con el dedo: ellos son responsables en gran medida de esta producción de carbón“, sostuvo Sohr.

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Cuando Morrison ganó las elecciones, prometió a las comunidades carboníferas que defendería la producción. “Eso fue un factor que contribuyó a su victoria electoral, por lo tanto, tiene un compromiso”, comentó Sohr.

El analista recordó que Australia está “virtualmente retirada” del Acuerdo de País.

“No se han retirado formalmente, pero para todos los efectos prácticos, lo han congelado, y las metas de reducción que han fijado son tan conservadoras que, dadas las emisiones de las cuales es responsable Australia, es mínimo“, añadió.

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