Por Mónica Rincón
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Los narcotraficantes estarán contentos si las Fuerzas Armadas no pueden colaborar en combatirlos, dijo el ministro Alberto Espina. Argumento que saca aplausos, pero que no debiera usarse, porque lo que está en discusión es si se ajusta o no a derecho el decreto que pretende permitir lo anterior.

Con lo que los narcos estarán seguro felices es si mejora su negocio y lo que la sociedad debe buscar es formas legales de amargarles un triunfo. Esta discusión sobre cuáles son las herramientas que se le dan a las FF.AA. en cualquier parte del territorio de Chile, incluso si es sólo en la frontera, es demasiado significativa.

Por eso es clave si toma razón o no, y de qué manera la Contraloría revisa el famoso decreto para, como dijo el contralor Jorge Bermúdez, ver si las facultades que se pretenden entregar están o no dentro de nuestro marco institucional. Como lo advertimos anteriormente, tan claro no es el tema desde el minuto en que se piden precisiones y el Gobierno tiene que retirar el documento e incorporar dichos reparos.

Si la Contraloría, y eventualmente (en caso de haber reclamos) el TC, validan el decreto, adelante. Si no, en buena hora que supiéramos que vulneraba el marco institucional para echar pie atrás. ¿Qué hacer luego? Debatir si la medida es tan buena y efectiva, porque popular lo es, como para hacer los cambios legales que serían necesarios.

¿Es grave lo que se vive en poblaciones tomadas por la droga? Sí, muchísimo, y por lo mismo las soluciones deben debatirse con calma y pasar por todos los controles necesarios para que sean tan efectivas como legítimas.

No importa si lo que acordemos como sociedad le gusta a los narcos o no. Ellos nada tiene que opinar, ellos buscan lucrar a costa de lo que seas. Ellos buscan debilitar el Estado de derecho y corromper la democracia.

Y lo que debe perseguir la sociedad y sus representantes es combatirlos sin salirse nunca del marco legal, porque a la larga eso no hace más fuerte, sino más débil, el Estado de Derecho. Todos debemos estar contentos con tener esa limitación, que al final legitima las acciones de civiles, policías y militares, y nos hace más fuertes y nos resguarda a todos.

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