El Banco Central aumentó de forma importante el crecimiento esperado para 2021, situándolo en un rango entre 8,5% y 9,5%.
Según el Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio, la diferencia con la proyección de marzo (6%-7%) se explica en parte por la acumulación de medidas de impulso al gasto y en parte por el mejor inicio del año y adaptación de la economía.
“Las masivas transferencias fiscales y la aprobación del tercer retiro de ahorros previsionales llevan a proyectar un crecimiento anual del consumo privado en torno a 15%”, señala el informe.
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También agrega que “la formación bruta de capital fijo aumentará 11,4% en el año, mientras las exportaciones totales crecerán algo más de 1%”.
Aun así, advierte que “la percepción general se mantiene marcada por la evolución de los contagios y las cuarentenas, el importante rezago de algunos sectores, las fragilidades en el mercado del trabajo y la persistencia de una alta incertidumbre“.
Para 2022 y 2023, los rangos de crecimiento fueron corregidos a la baja, debido a la mayor base de comparación y el “paulatino descenso del impulso al consumo y un dinamismo acotado de la inversión”.
Con esto, el Banco Central proyecta que el PIB aumentará entre 2% y 3% en 2022, y entre 1,75 y 2,75% en 2023.
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