Por Paula Aguilera
Publicado por Paula Aguilera

Uno de los momentos más icónicos de las 10 temporadas de Friends es el término de la relación entre Rachel Green y Ross Geller. La frase “we were on a break” (“estábamos en un break”) también es una de las más emblemáticas de la serie y fue repetida hasta el cansancio por el mayor de los Geller para defenderse a lo largo de los episodios que siguieron al quiebre (y por mucho, mucho tiempo después).

Sin embargo, a 25 años de la producción, el tema aún continúa abierto y genera debate entre sus seguidores. ¿Estaban o no en un descanso? La respuesta parece ser solo una en estos tiempos: Claramente no lo estaban. La terquedad de Ross con el asunto es una muestra de que no es capaz de hacerse responsable de lo que significa estar en una relación exclusiva con otra persona y cómo repercuten sus actos en ella y en sus sentimientos. Responsabilidad afectiva que le llaman por estos días.

Un repaso. “Quizás deberíamos tomarnos un break”, sugirió Rachel en medio de una discusión. Ross creyó que se refería a la conversación y le dijo “bacán, vamos a comprar un helado”, pero apenas ella le explicó que se trataba de un break de la relación, dio media vuelta y se fue del departamento. Llegó directo a un bar en el que estaban Joey y Chandler, se emborrachó, y al final de la noche, tuvo sexo con una chica que ubicaba de antes. Y pese a sus esfuerzos por ocultarlo, Rachel se enteró al día siguiente a través de Gunther. “Estábamos en un break”, insistió él, y así el asunto se convirtió en la piedra de tope para que pudieran volver.

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Para entender por qué no estaban en un break, la palabra “quizás” de la frase de Rachel es clave. Cada uno creía que el otro tenía que disculparse, las cosas escalaron, fueron surgiendo otros temas y, en medio de la discusión, al no entenderse, Rachel propone el break como una forma de enfrentar la crisis por la que pasaban.

Sin embargo, nunca hubo consenso de que ese era el camino que iban a tomar. ¿Estaba ella segura de que eso era lo que quería? ¿Estaba de acuerdo él? ¿Qué significaba tomarse un break? ¿Terminar? ¿Dejar de verse? ¿No tener ningún tipo de contacto? ¿Por cuánto tiempo? ¿Qué es lo que buscaban?

Ninguna de esas preguntas pudo resolverse porque Ross asumió de forma unilateral y muy tiranamente.

Pero hay más. Otra evidencia es la forma en que cada uno le cuenta a sus amigos lo que pasó. Ese día ellos cumplían un año y habían planeado celebrar su primer aniversario con una cena, sin embargo, Rachel tuvo que cancelar porque surgió un problema en su trabajo y le tomaría toda la noche resolverlo. Pero en vez de aceptar eso, Ross decide ir hasta la oficina y armar la cena ahí mismo, entorpeciendo lo que ella hacía e incluso generando un incendio en su escritorio. Ese incidente fue el que generó la discusión de más tarde en el departamento.

Ross llega al bar donde estaban Chandler y Joey y cuando le preguntan por su cena de aniversario, les dice que, en lugar de eso, terminaron. Rachel, en cambio, al conversar con Monica a la mañana siguiente le explica que lo que pasó fue “algo así como que terminaron” (“We kind of broke”).

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Existen divisiones sobre quién tiene la culpa de la pelea y cuánto influyó la cercanía de Rachel con Mark, un compañero de oficina, y que despertó los celos de Ross. Muchos sostienen que es de ella, por anteponer su trabajo ante una fecha importante como era el aniversario, mientras que otros apuntan a que se trató de una situación excepcional que una pareja debiera comprender y que él nunca debió ir a meterse a su oficina. Aunque digámoslo: Ross, ¿cómo tan demandante, amigo? Pero más allá de eso, el punto en el que todos podemos estar de acuerdo es, precisamente, en que no hubo acuerdo porque no lo entendieron de la misma forma.

Tú no estás inmediatamente con alguien por pedirle que pololee contigo, esperas que te responda si quiere o no, o –más acorde a los tiempos actuales- conversas sobre el tipo de relación que quieren tener y las expectativas de cada uno. En este caso es lo mismo. Es cierto que si uno de los dos quiere terminar, se termina, pero este no es el caso. El break se mencionó como una forma de enfrentar una crisis y no como algo definitivo.

Creer que lo estaban es injusto, denota la falta de comunicación necesaria para construir cualquier vínculo y es una muestra de cómo se construyen relaciones dañinas, desiguales, donde la palabra de uno pesa más que la del otro. Porque este caso es extrapolable a la forma en que aún en la actualidad se entienden de forma predominante las relaciones de pareja y cómo debiera ser el amor entre dos personas. 

Pero incluso aunque hubieran terminado, aunque los dos lo hubieran entendido de esa forma, ¿no eran válidos los sentimientos de Rachel? “¿Crees que te vas a salir de esta con un tecnicismo?”, replica ella ante la insistencia de él de que “estaban en un break”.

Así como cada persona enfrenta de forma diferente un quiebre, también es decisión de cada uno si puede o no seguir adelante en una relación monógama luego de que su pareja estuvo con un tercero. Sin embargo, es injusto con los sentimientos del otro desentenderse del hecho de que eso le puede doler e intentar bajarle el perfil como si se tratara de algo menor.

Por eso, hubiera sido más integro por parte de Ross reconocer que estuvo con otra persona, que estaba borracho, dolido, y que ahora estaba en las manos de ella aceptar si podía seguir adelante después de eso. No minimizarlo, como queriendo controlar también cómo ella se tenía que sentir.

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Da para otro texto cómo la relación entre ambos se había complicado después de que Rachel encontró su empleo en Bloomingdale’s y por fin podía dedicarse a algo en lo que sentía que se desarrollaba. O los celos de Ross desde incluso antes que estuvieran juntos. O los reparos ante la frase de Phoebe de que Rachel “es su langosta” (“She’s your lobster”) y la forma en que la serie insiste en el relato de que “están destinados a estar juntos”. Pero no podemos seguir viviendo en un mundo que crea que estaban en un break como si no hubiera daño en eso.

Es importante pensar en estas cosas porque la ficción crea referentes que son replicados de forma universal. Y en tiempos en que se encuentran en discusión temas como el feminismo, la desigualdad de género y la forma en que la sociedad asigna roles, las relaciones sexoafectivas son un espacio fundamental para analizar. Sobre todo porque sin responsabilidad no hay relaciones realmente libres.

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