Por Paula Lepe

Dicen que en todas partes hay un chileno, y aunque el orgullo nacional de este año está volcado a la histórica nominación de El Agente Topo en la categoría de Mejor Documental, hay otro compatriota que mirará atento la ceremonia de los premios Oscar durante la noche del domingo. 

El nombre Víctor Paredes (36) ha empezado a sonar con más fuerza desde hace poco más de un mes, cuando la Academia anunció el listado oficial de nominados. En el apartado de Mejor Película Animada, junto a los títulos de los gigantes Pixar y Netflix, apareció la irlandesa Wolfwalkers.

Paredes es parte de la elogiada cinta de Cartoon Saloon que muestra la historia de una niña que termina aliada con los lobos para defender el bosque que Lord Protector pretende eliminar. El animador gráfico estuvo a cargo del equipo que trabajó con el software especializado en 2D, Moho, programa que terminó comprando junto a dos amigos y que se ha convertido en su mayor proyecto.

Un obrero en Wolfwalkers

El animador habla con CNN Chile desde Kilkenny, en Irlanda, donde se radicó tras la invitación de Cartoon Saloon a participar en la película que hoy compite por el Oscar. Allá son las 18:00 horas (1 PM en Chile), y en un rato tiene una reunión para definir los últimos detalles del lanzamiento de la nueva versión que desarrollaron para Moho.

Víctor recuerda que el lunes 15 de marzo se juntó con el equipo de Wolfwalkers en una reunión por Google para mirar las nominaciones a los Oscar. Todavía se siente emocionado por el aporte que pudo hacer a la película, pero, como ya es su costumbre, aclara que apenas era “un obrero” en la arquitectura del filme.

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El chileno estaba a cargo del equipo de animación riggeada. “Uno construye unas especies de marionetas computacionales y las anima, entonces puede animar personajes, plantas, efectos especiales, distintas cosas. Es un departamento que abarca un poquito de todo, desde multitudes hasta efectos especiales o efectos en los fondos. De repente hay como 200 personajes en escena, también nos encargábamos de esos 200 personajes”, explica.

De hecho, recuerda que la pasó “muy bien con una escena en particular”. Al inicio del largometraje, cuando la protagonista, Robyn, sale de casa, por unos segundos se observa un plano general del pueblo. Ahí insertaron unas serie de pequeñas escenas chistosas, que lo incluyen a él en el extremo derecho de la pantalla, tomando mate. 

Al pausar esa toma y mirar con atención, también se puede ver a una mujer conversando con unos chanchos, señoras riéndose de otras señoras, niños persiguiendo a un gato por todo el pueblo y un perro ignorando los intentos de una mendiga por hacerlo perseguir una especie de frisbee.

Una infancia viendo monos

Aunque se graduó de periodista en la Usach, Víctor nunca ejerció la profesión. Desde el primer año de universidad se dedicó a aprender sobre animación, hasta que un día su hobby había tomado tanto vuelo, que se dio cuenta que “en realidad no era periodista”.

“A mí siempre me gustaron los monos, y cuando entré a periodismo empecé a animar por mi cuenta, a hacer cosas. Me fui metiendo en animación y fui aprendiendo por Internet. Empecé a encargar libros también, porque en Chile en ese tiempo se encontraba súper poca literatura de animación. Como en primer año de la U, yo ya estaba animando“. Junto a un grupo de compañeros de universidad participaron en varios concursos e incluso ganaron uno de la Teletón.

De niño, sus papás “se desesperaban” porque junto a su hermano, el guionista y dramaturgo Pablo Paredes, veían “horas y horas de dibujos animados”, sin que hubiera ningún filtro.

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Me encantaban los GoBots, que eran como un Transformers pirata, pero yo los prefería muchísimo, no sé por qué. El otro día los vi y son súper feos y fome. Yo creo que vi muchas cosas muy malas. Uno recuerda toda esa etapa con cariño y nostalgia, pero son sólo monos que ahora no vería jamás”, responde ante la pregunta sobre sus influencias.

Víctor se hizo conocido por los estudios de animación gracias a los tutoriales que hacía para YouTube. Fue así como en 2017 trabajó de forma remota para Dreamworks en la serie The Boss Baby. Al poco tiempo sería contactado por Cartoon Saloon para mudarse a Irlanda. Por estos días, divide su tiempo entre una nueva película del mismo estudio, titulada My Father Dragon, y el programa Moho.

“Mi proyecto más personal es un programa”, comenta riendo al referirse a sus próximas metas. “Es bonito porque uno crea una herramienta que es para animadores y para que los animadores inventen cosas. Tú les das una herramienta y ellos inventan cuestiones que no se te hubieran ocurrido jamás”.

“Chile necesita un gobierno de izquierda después de esta pseudo dictadura”

Antes de irse a Irlanda, Víctor trabajó en la campaña de la ex candidata presidencial del Frente Amplio, Beatriz Sánchez. También colaboró en la campaña del Apruebo -en la franja “Que Chile decida”-, y viajó a Chile en octubre de 2020 para votar en el plebiscito.

El animador no participó en la campaña del Frente Amplio para la elección de constituyentes, pero sólo por falta de tiempo. “Al Frente Amplio le puedo criticar muchas cosas, como todos, pero me parece que la militancia y el tratar de estar construyendo algo es súper importante. En lo que yo pueda seguir apoyando, voy a seguir apoyando”, explica.

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Ahora mira con atención el panorama político desde Europa y dice que si por un milagro la pandemia acabara mañana, viajaría a Chile a votar en mayo. “A mí me parece que es súper importante construir desde la izquierda y desde una izquierda lo más amplia posible. Y no pelearnos entre todos por detallitos. Creo que estamos viviendo un momento en el que Chile necesita una política fuerte de izquierda y en el que Chile necesita un gobierno de izquierda después de esta pseudo dictadura que estamos viviendo. Me parece más importante que nunca”.

Esa misma inquietud política lo mueve cuando habla de Wolfwalkers, película inspirada en el conquistador inglés Oliver Cromwell. “Lo conversaba también con el director, porque hay muchos puntos de Irlanda que están muy relacionados con Latinoamérica. Esta es una película que se trata de la conquista inglesa sobre Irlanda y cómo extinguieron a los lobos, y el antagonista es un personaje histórico que en Irlanda es recordado como un tirano y en Inglaterra es un héroe. Es súper importante, porque uno puede traspasar esas historias, como que ese tipo podría ser Portales“, explica.

Y eso no es todo. “La misma película se podría tratar de las forestales en el sur y de la lucha del pueblo mapuche. O en el norte, de las mineras, la sequía, las paltas. Hay tantas ideas ahí que se extrapolan. Es una película de monitos animados, pero que también toca temas que son profundos y creo que plantea un discurso del respeto”.

Competir con gigantes

Aunque la película no se estrenó en los cines por efecto de la pandemia, el equipo sí pudo verla en pantalla grande. El animador lamenta que el resto de los espectadores no haya podido hacerlo, ya que “es una película que está dibujada para verla en pantalla gigante y la percepción es súper distinta. A mí me emocionó mucho verla ahí”.

Wolfwalkers ha recibido varias nominaciones a distintos premios. Sin ir más lejos, fue galardonada en cinco categorías de los premios Annie, que entrega la Asociación Internacional de Películas Animadas, incluida la de Mejor Película Independiente. 

Víctor no vio esa premiación, porque fue emitida durante la madrugada en Irlanda, pero espera poder ver los Oscar. Aunque no se pueden juntar por las medidas de distanciamiento social, el estudio hace que estas instancias sean especiales y les manda una caja con comida, “algún copete”, y el logo impreso de Wolfwalkers. 

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Ha visto las películas de Pixar nominadas y cree que “Wolfwalkers tiene posibilidades grandes. En términos de animación, de lo que plantea, de lo novedoso y del uso del arte de la animación, creo que Wolfwalkers se escapa en lo que propone. Si eso se valora, de alguna forma, creo que hay muchas posibilidades”.

Sin embargo, mantiene su cuota de pesimismo: “lamentablemente, está peleando contra una industria gigante que es Disney y Pixar, que se ha ganado su lugar. A mí, personalmente, me gusta más Wolfwalkers, pero yo no sé si mi opinión sea la más objetiva. Es una industria enorme y hay un montón de lobby y de plata en juego. Esto es un estudio que está en un pueblito, una ciudad chica. Es Quilquén. Comparado con Disney y Pixar, esto es un chiste”.

Wolfwalkers está disponible en Apple TV+ y la ceremonia de los premios Oscar será emitida por Chilevisión este domingo 25 de abril a las 20:00 horas con la conducción de Jean Phillipe Cretton.

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