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Singapur, hasta ahora era uno de los países junto a Corea del Norte y China que han logrado sobreponerse al COVID-19, sin embargo en las últimas dos semanas ha enfrentado un rebrote que ya supera los 2 mil contagiados y 7 muertes.

El fin de semana pasado, cuando el virus parecía ya controlado y casi erradicado, los casos positivos aumentaron un 60%, siendo los trabajadores inmigrantes los más afectados.

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El ministro de Salud de la ciudad-estado, Gan Kim Yong, señaló que “la tendencia es ahora realmente preocupante”, refiriéndose a la aparición de nuevos focos locales sin vínculos con otros casos confirmados.

Desde mediados de marzo, el gobierno comenzó a registrar docenas de infectados por día. La mayoría de estos fueron importados o vinculados a casos importados, pero por primera vez, no todos los casos nacionales se podían rastrear fácilmente.

¿Cuándo empeoraron las cosas?

El profesor de la Escuela de Salud Pública Saw Swee Hock, Yik-Ying Teo, explicó a BBC que el número habría aumentando cuando los países comenzaron a instar a sus ciudadanos a regresar a casa.

Por esto, miles de personas volvieron a Singapur desde naciones que no habían sido tan proactivas. Por ello, más de 500 ciudadanos llevaron involuntariamente el virus al país.

“Ahora sabemos que la propagación asintomática es totalmente posible: sucede y podría ser el principal impulsor de la transmisión de COVID-19”, afirmó Teo.

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¿Qué medidas ha tomado el gobierno?

El martes 8 de abril, Singapur aprobó una nueva ley que, aunque no está usando el término, es efectivamente un bloqueo nacional parcial, que prohíbe a las personas a salir de sus hogares, excepto por actividades y ejercicios esenciales. Asimismo, se ordenará el cierre de centros educativos.

Si no respetan esta medida, las multas podrían llegar hasta los 7 mil dólares o seis meses en prisión.

Preocupación por trabajadores migrantes

El aumento exponencial en las últimas semanas también ha generado alarma en la población migrante, específicamente los empleados más pobres que se desempeñan en rubros como la construcción, transporte y mantenimiento.

Estas personas suelen vivir en comunidad en edificios, algunas instalaciones incluso llegan hasta 12 hombres por habitación, con baño compartido.

La inquietud se concentra en dos instalaciones donde viven cerca de 20 mil trabajadores inmigrantes, que deberán permanecer en cuarentena durante 14 días: una sola de ellas representa el 15% de todos los casos a nivel nacional.

El ministro de Desarrollo Nacional, Lawrence Wong, dijo que si se hubiera sabido antes qué tan rápido podría propagarse el virus “hubiera hecho las cosas de manera diferente”, pero que muchos trabajadores continuaron en sus trabajos a pesar de tener síntomas.

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