La noche de este martes, más de 500 bolivianos que estuvieron en el consulado de Bolivia iniciaron el proceso de retorno a su país.
Fueron tres días los que este grupo estuvo pernoctando a la intemperie, en las afueras del edificio ubicado en Providencia, solicitando el regreso a raíz de la crisis por el COVID-19.
Lo anterior pudo realizarse luego de que el canciller chileno, Teodoro Rivera, realizara gestiones y llegara a un acuerdo con su par boliviana, Karen Longaric.
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Para el traslado se dispusieron buses que llegarán hasta la ciudad de Iquique, donde los extranjeros deberán mantenerse en cuarentena antes de ser autorizados para cruzar la frontera.
Los vehículos comenzaron a salir desde la Parroquia Italiana Nuestra Señora de Pompeya, a partir de las 9 de la noche y hasta las 2 de la mañana. En cada vehículo viajaron cerca de 43 pasajeros.
De todas formas se implementaron medidas seguridad para el viaje, como mascarillas y alcohol gel, de modo de cumplir con las recomendaciones y evitar contagios.
En tanto, los traslados fueron financiados por la Organización Internacional de Migraciones (OIM), que además gestionó la estadía y la donación de alimentos para puedan pasar el confinamiento en Iquique.
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