El Colegio de Nutricionistas de Chile (Colnut) cree que dar un valor excesivo a lo que se consume y a la imagen corporal, dejando de lado cómo se sienten las personas, “es algo con lo que prácticamente todas las mujeres han crecido”.

En el marco de la conmemoración del 8M, manifestaron que tener conductas como separar la comida que se considera como buena o mala, restringir los productos que signifiquen subir de peso y/o consumirlos con un sentimiento de culpa, son hábitos que parecen no estar alejados del día a día.

“Muchas mujeres crecen y conviven con problemas de autoestima y desarrollan distintos niveles de trastornos de la conducta alimentaria como anorexia y bulimia nerviosa, el trastorno por atracones y el trastorno evitativo/restrictivo. Problemática que toma una vital importancia para nutricionistas en el marco de un nuevo Día Internacional de la Mujer”, afirmaron desde el gremio.

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Fernanda Bastías, nutricionista, magíster en Psicología y colaboradora de la filial Temuco del Colegio de Nutricionistas, sostuvo que “se ha promovido a las mujeres la insatisfacción corporal mediante la presión por tener cuerpos que estén en línea a los estándares de belleza. Incluso, se ha vinculado a un estatus económico y académico, privilegiando siempre el cuerpo delgado”. 

“El resultado es el bajar de peso, sin importar cómo, ya que lo importante es verse delgado. El problema nace de un sistema patriarcal donde la mujer bella es la mujer delgada, y una vía para acceder a esa norma es seguir regímenes alimentarios restrictivos, con patrones muy diferentes a una alimentación normal, a su cultura y sus ingresos económicos”, explicó.

Lo expuesto por Bastías fue catalogado por expertas como “la cultura de la dieta”: “Existe una estigmatización importante o fobia a los cuerpos más grandes. Y donde se permiten las restricciones permanentes como una forma de vida, acompañado por una permanente frustración de no ver los resultados físicos esperados. Es decir, un alto estrés fisiológico y psicológico, y relaciones conflictivas con la comida”.

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“No sólo es responsable la persona que se somete a la cultura de la dieta, porque justamente es algo cultural. Y para que sea cultural, hablamos que hay valores, normas y sistemas que son socialmente compartidos y que delimitan o enmarcan las formas en las que se supone que debemos vivir”, apuntó la nutricionista.

Adiós, cultura de la dieta

Danay Ahumada, presidenta de la filiar Temuco del Colnut, explicó: “Es importante distinguir lo que efectivamente es una dieta de una dieta restrictiva, que es lo que frecuentemente se nos exige a las mujeres”.

En sus palabras, “la dieta es lo que consumimos en el día a día, está vinculada a tu acceso económico, al lugar donde vives, a tu cultura, entre otros factores. También vinculada a la dietoterapia, que es el tratamiento en que se busca la adopción de una dieta adecuada, con el objetivo de prevenir o tratar enfermedades”.

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En tanto, Bastías dijo que “es complejo modificar esto, pero sí lo que se ha visto que favorece este cambio es ser conscientes de esta realidad, y esa consciencia se construye información. Quienes educan y atienden deben ser conscientes de los prejuicios y de que podemos tener internalizado un grado de gordofobia, más hacia las mujeres”.

“También podemos centrar nuestros objetivos de salud más allá del peso, con metas que no sean números porque sabiendo que convivimos con la cultura de la dieta, podemos ser realistas y lidiar con nuestras frustraciones“, finalizó.

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