Por Daniela Pérez

Este viernes 11 de marzo se realizará la ceremonia de cambio de mando en el Congreso, día en el que Gabriel Boric asumirá oficialmente como presidente de la República.

Luego de asumido el cargo, el nuevo mandatario ejercerá sus funciones durante los próximos cuatro años. A lo largo de ese período, deberá enfrentar una serie de desafíos.

En su programa, Boric prometió que incorporará una “perspectiva feminista transversal en el Gobierno no solo en los espacios designados tradicionalmente a los temas de género, sino que en todas los aspectos, materias y espacios de la gobernanza del país”.

Hace algunos días, el próximo jefe de Estado recalcó que su Gobierno será feminista. “Esto significa cambiar la manera en la cual nos relacionamos, con la cual vemos el mundo, que ha estado durante demasiados siglos contada por hombres”, destacó.

En la conmemoración de un nuevo Día Internacional de la Mujer, cuatro feministas –una astrónoma, una enfermera, una abogada y una cineasta– contaron a CNN Chile cuáles son, para ellas, las urgencias que debería recoger Gabriel Boric durante su mandato.

Teresa Paneque, astrónoma, escritora y divulgadora científica

Crédito: Instagram (@Terepaneque)

“En Chile hay una precarización laboral enorme hacia quienes están haciendo sus estudios de posgrado o son investigadores de posdoctorado. Antes de alcanzar una plaza fija en una universidad, sufren de mucha precarización laboral y eso tira para atrás por supuesto a las mujeres, sobre todo a aquellas que eligen ser madres o tienen que llevar a cabo labores de cuidado a nivel familiar (….) Creo que aportará mucho a la permanencia y promoción de las mujeres en ciencia el pensar una política de la carrera del investigador o investigadora, el tener sueldos dignos y seguridad social, que no sea un problema trabajar como científicos y científicas.

Creo que, sobre todo para las mujeres que efectúan otras labores, además de solo las profesionales, será muy importante el soporte que pueda entregar el Ministerio de Ciencia y Tecnología a la carrera de ser científica, el soporte en cuanto a mejorar los sueldos y el apoyo estatal básicamente hacia la realización de esta tremenda tarea, sobre todo a nivel de posgrado porque la verdad es que hoy seguimos hablando de becas, cuando en otros países son contratos. Nosotras somos trabajadoras de las ciencias y estamos realizando investigación de primer nivel, así que debiesen tratarnos como tal.

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Tengo muchas esperanzas puestas en el Gobierno de Gabriel Boric. Tengo la ilusión de un Ministerio de Ciencias y Tecnología que realmente se articule con la comunidad científica, que nos represente y empuje una mayor inversión estatal o un puente de comunicación entre las labores que se ejecutan en la academia y las necesidades de la sociedad. Me ilusiona mucho también la idea de un fortalecimiento hacia la carrera del científico y la científica y también el desarrollo de políticas de investigación que sean relativas a las necesidades territoriales de Chile.

Espero que este Gobierno sea capaz de enfrentarse a todos los desafíos que va a tener en estos cuatro años, de tal manera de que podamos tener una continuidad de las políticas. Un cambio de sistema como el que yo espero que tenga Chile en materia de género, de educación -sobre todo educación científica-, la reforma de pensiones y la mirada más ecológica hacia las políticas que desarrollamos no son cambios que ocurren en cuatro años y yo creo que eso lo tiene muy claro Gabriel y el equipo que entrará”.

Natalia Figueroa, enfermera y miembro de Enfermeras Feministas

Imagen cedida

Lamentablemente, el sistema de salud que hoy conocemos mantiene una visión hospitalocentrista, medicocentrista, patriarcal y biomédica, lo que genera una fractura profunda en el sistema, siendo uno de los principales síntomas la precarización de cuidados de enfermería y, a su vez, la explotación laboral de los equipos de salud.

En primer lugar, el Gobierno de Gabriel Boric debería fortalecer a los equipos de enfermería que desempeñan labores de cuidados en todos sus niveles, promoviendo una visión de salud colectiva con la finalidad de generar programas de salud desde las comunidades según las necesidades que son identificadas a través de diagnósticos participativos de salud.

En segundo lugar, debería estandarizar y mejorar la escala de grados a nivel nacional a todos los funcionarios de la salud, en la que creemos posible a través de un Estatuto Único de Salud, donde no se promueva la explotación laboral o distinciones “especiales” de un estamento a otro y, tercero, mejorar las condiciones laborales de todos, todas y todes sin distinción del estamento al que pertenezcan.

Danitza Pérez, abogada y directora ejecutiva de Abofem

Crédito: Twitter (@abofemchile)

Si no hubiera Convención Constitucional, tendríamos que pedirle al nuevo Gobierno que empuje el Proyecto de Ley de Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y que lo haga más robusto en el sentido de ponerle un presupuesto que sea suficiente para poder llevar adelante políticas y programas de prevención. Además, (…) se deben mejorar opciones esenciales como, por ejemplo, la educación en la efectividad, sexualidad y género como un papel clave en términos de prevención y también mejorar la capacidad de respuesta y protección de las mujeres a propósito de los casos de violencia de género.

Históricamente, las feministas han construido y estudiado el problema de la violencia como un problema integral. Entonces, si nosotras lo concebimos de esta manera, el hecho de estar sacando, por ejemplo, campañas publicitarias en contra de la violencia o llamando a las mujeres a denunciar, no va a evitar que sigan ocurriendo casos de violencia cuando el aparato judicial no es capaz de responderles y protegerlas. Por ende, hay una deuda super importante respecto a cómo fortalecemos todo el aparato judicial para poder efectivamente proteger a esas mujeres.

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Hay hartas cosas en las se pueden seguir avanzando (…) como el proyecto contra la violencia digital. Está Sin Consentimiento es Violación o la Ley Antonia, que son todos proyectos de ley que buscan fortalecer el sistema en estos casos y robustecer las medidas de protección. También hay otro tipo de proyectos y medidas que el nuevo Gobierno podría impulsar y que tienen que ver, por ejemplo, con salud sexual y reproductiva.

Que un presidente decida que su comité político esté integrado por la cartera de Mujeres y Equidad creo que es un paso y una señal importante sobre darle relevancia a estos problemas que siempre han sido de segunda y tercera categoría, ya que pareciera que siempre hay cuestiones más importantes que la vida de las mujeres. Entonces, el hecho de que se incorpore en el comité político y que permee el programa en distintas temáticas y secretarías, a nosotras nos da muy buenas luces sobre lo que podríamos esperar.

Camila Rodó, cineasta, guionista y presidenta de Nosotras Audiovisuales

Crédito: ChileCine

El nuevo Gobierno debe poner la perspectiva de género y la descentralización sobre la política pública. Esto significa que cada vez que se genere una ley, se considere el rol de los cuidados y lo perjudicadas que hemos estado las mujeres con estas leyes hechas a medida de los hombres, y ahí tiene mucho que ver la paridad y el tema de la erradicación de la violencia.

Lo que yo espero de este Gobierno es que exista la posibilidad de tener una vida mejor (…). A nosotras el contexto nos ha afectado el doble o el triple porque somos finalmente donde recae el tema de las tareas de cuidado y muchas de las familias en Chile son monoparentales y llevadas por mujeres. Entonces, es importante ver cómo eso se pone en el centro de este nuevo Gobierno.

En el caso del arte, una siempre sueña que las artes tengan un rol central (…), pero también ahí viene la conversación siempre profunda de que hay otras cosas como la vivienda, la salud o la educación que también tienen que estar en el centro. Entonces, ahí el arte tiene que acompañar y en eso el rol del Estado es fundamental porque debe fomentar la creación artística, ya que, lamentablemente, en el sistema en que vivimos el arte como que no tiene tanto valor.

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