El príncipe William dijo hoy que no le importaría que sus hijos fueran homosexuales, pero que estaría preocupado por las presiones que enfrentarían la sociedad.

“Apoyo plenamente cualquier decisión que tomen, pero me preocupa desde el punto de vista de los padres, ya sabes, cuántas barreras, palabras de odio, persecución, todo eso y la discriminación que pueda surgir“, aseveró. Los comentarios se produjeron mientras el duque de Cambridge visitaba akt, una organización benéfica centrada en prevenir la falta de vivienda entre los jóvenes LGBT.

Estuvo allí visitando el nuevo centro de servicios del grupo en Londres, y la agrupación afirma que es la primera visita a una organización benéfica para jóvenes LGBT de un miembro de la familia real. William admite que sólo comenzó a pensar en el tema desde que se convirtió en padre, y que desearía que viviéramos en un mundo en el que ello no importase.

“Pero particularmente para mi familia, en la posición en la que estamos, eso es lo poco que me preocupa”, señaló el príncipe.

“Pero eso es para todos nosotros, tratar de ayudar a corregir y asegurarnos de poder poner eso (la discriminación y persecución) en el pasado“, continuó.

Según Stonewall UK, una organización benéfica que hace campaña por la igualdad LGBT, una de cada cinco personas que se identifican como lesbianas, gays, bisexuales o transexuales en Gran Bretaña han sufrido un crimen o incidente de odio debido a su identidad sexual o de género en los últimos 12 meses del año.

El informe fue publicado en 2017. La misma encuesta también reveló que el 36% de las personas en el Reino Unido que se identifican como LGBT no se sienten cómodas al tomar la mano de su compañero mientras caminan por la calle, una cifra que aumenta a 58% entre los homosexuales hombres. William tiene tres hijos con su esposa Kate Middleton: Louis, que tiene un año, Charlotte, que tiene 4, y George, que tiene 5.

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