Aunque pueda parecer lo contrario, expresar el enojo puede ser positivo para la salud de las personas.

Así lo afirma el doctor mexicano Eduardo Calixto, jefe del departamento de Neurobiología del Instituto Nacional de Siquiatría de México, quien estudió los efectos de enojarse durante media hora al día.

Según lo explicó el experto a Las Últimas Noticias, “al enfurecernos aumentan el ritmo cardiaco y también el respiratorio, lo que fortalece el corazón y oxigena el cerebro. Asimismo, se da una mayor producción de dopamina que es una hormona que estimula el cerebro y produce una excitación en las neuronas”.

Además, el profesional sostiene que mediante el enojo algunos órganos internos y el cerebro se activan. “Por eso, enojarnos no es tan malo como creemos, pero debe ser momentáneo para que no provoque un efecto contrario y perjudique nuestra salud”, señala desde México.

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El doctor Calixto destaca a la vez que aquellas personas que pasan más tiempo enojados “es porque está actuando o tiene un proceso de aprendizaje y le funciona estar enojado para obtener lo que quiere”.

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Esta investigación es respaldada por el  el neurólogo de la Clínica Indisa, Andrés Gallardo, quien indica al matutino que “el enojo dentro de ciertos niveles es favorable. Si eso se sostiene en el tiempo más de media hora, se hace muy frecuente generar un estado de híper alerta por aumento de cortisol sostenido que finalmente lleva a un estrés biológico y eso no es favorable, pasa a ser patológico”.

Por el contrario, el sicólogo y profesor de la Universidad Central, Ricardo Bascuñan, precisa que muchas veces la rabia no ayuda a las personas y que incluso pueden sufrir cefaleas tensionales. Para esto, recomienda “abordar las cosas que nos producen los enojos”, junto con evitar tomar decisiones estando furioso, porque puede ocasionar algo que lo haga arrepentirse.

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