Un reporte reciente de la Sociedad Endocrina de Estados Unidos informa que la prueba de la primera pastilla anticonceptiva para hombres tuvo buenos resultados.
Se trata de un medicamento llamado 111-beta-Mctdc, el cual consiste en una testosterona modificada que mezcla las acciones de una hormona masculina (andrógeno) y progesterona.
La investigadora principal y directora asociada del centro de Ciencia Clínica y Traslacional del Instituto de Investigación Biomédica de Los Ángeles (LA BioMed), Christina Wang, señaló que “nuestros resultados sugieren que esta píldora, que combina dos actividades hormonales en una, disminuirá la producción de esperma al tiempo que preserva la libido”.
Para el estudio, según recoge El País, se consideraron a 40 hombres sanos en el LA BioMed y en la Universidad de Washington. Tras consumir la pastilla en un periodo de un mes no presentaron efectos adversos ni tampoco reportaron problemas en su rendimiento sexual.
De estos 40 participantes, 30 tomaron el medicamento en distintas dosis y 10 solo recibieron placebos. Según el estudio, en los participantes la testosterona se redujo a un nivel promedio, equivalente a la deficiencia de andrógenos, sin experimentar efectos secundarios de gravedad.
La investigadora asegura que, entre los hombres que participaron en el estudio, algunos manifestaron efectos secundarios como fatiga, dolor de cabeza y acné, mientras que sólo 5 indicaron que tuvieron una leve disminución en el deseo sexual y otros 2 registraron una leve disfunción eréctil. De todos modos, ninguno presentó una reducción significativa de su desempeño sexual.
Además, se detalla que los niveles de dos hormonas requeridas para la producción de esperma bajaron de forma considerable al comparar a los efectos de quienes tomaron la píldora anticonceptiva y los que ingirieron el placebo.
Aunque los resultados fueron positivos, los científicos aseguran que el periodo en el que se realizó el estudio fue insuficiente, por lo que se debe realizar otro estudio, de mayor extensión de tiempo, para luego ampliarlo a parejas sexualmente activas.
En caso de llegar a buenos resultados con estos estudios, se espera que el anticonceptivo masculino esté ya disponible en el mercado en un periodo aproximado de 10 años.
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