Creado por el artista Kasing Lung y popularizado por celebridades como Lisa de Blackpink, el peculiar personaje con orejas de conejo ha pasado de figura de culto a ícono pop, generando furor en redes sociales, reventas millonarias y filas interminables en centros comerciales de ciudades como Bangkok y Kuala Lumpur.
(CNN) — La gente de toda Asia acudió en masa a los centros comerciales y tiendas en línea el viernes para intentar conseguir la última edición de Labubu, un juguete coleccionable que ha provocado un frenesí de compras en todo el mundo.
Inspiradas en el folclore nórdico, las figuras dentadas y esponjosas, que suelen venir en cajas sorpresa del tamaño de la palma de la mano, atrajeron multitudes en ciudades, desde Bangkok hasta Kuala Lumpur cuando la nueva colección salió a la venta. También estaban disponibles en línea, donde se agotaron rápidamente.
Labubu, creación del ilustrador Kasing Lung, nacido en Hong Kong y criado en los Países Bajos, y las criaturas de su serie “The Monsters” han acumulado una fiel base de seguidores desde su fundación en 2015.
Sin embargo, la popularidad de Labubu se ha disparado durante el último año gracias a la colaboración de celebridades. Lisa, del megagrupo de K-pop Blackpink, ha expresado con frecuencia su amor por la criatura en redes sociales.
“Labubu es mi bebé”, declaró en un reciente vídeo de Teen Vogue.
Titulado “Big Into Energy”, el último lanzamiento presenta seis colgantes de peluche de vinilo (y una figura “secreta”) que representan “emociones” como el amor, la esperanza y la felicidad, cada uno fabricado en nuevas combinaciones de colores.
Los nuevos Labubus costaban entre 13 y 16 dólares cada uno en varios países asiáticos. Poco después de su lanzamiento el viernes, algunos colgantes se revendían hasta por 90 dólares en la plataforma estadounidense de reventa en línea StockX.
En el centro comercial CentralWorld de Bangkok, decenas de fanáticos hicieron fila antes de que su sucursal de Pop Mart (el distribuidor autorizado de Labubu) abriera, a pesar de tener franjas horarias preinscritas.
La estudiante universitaria Kamolwan Pohfah, de 21 años, dijo que salió temprano de casa para ir a la tienda porque estaba deseando tener la nueva colección. “Llevo casi dos años siguiendo a Labubu“, declaró a CNN.
“A primera vista, me pareció un poco feo. Pero lo seguía viendo en redes sociales. Y a mis amigos les encanta, así que los sigo”, dijo.
La turista Emily Jong, de 27 años, que también estaba en la fila y venía de Australia, dijo que probó suerte en el centro comercial horas antes de su vuelo de regreso, pero se fue con las manos vacías. “Intentamos hacer fila, pero no sabíamos que teníamos que registrarnos”, dijo.
Hathairus Mekborisut, de 53 años, compró una caja con seis colgantes. Decidió quedarse con uno, llamado “suerte”, y revender el resto. Dijo que anhelaba uno morado.
Otra revendedora, apodada Mai y que prefirió permanecer en el anonimato, lideró un pequeño grupo para comprar la mayor cantidad posible. Dijo que podría duplicar el precio de venta al público revendiéndolos a clientes de otros países.
A pesar de haber alcanzado recientemente la fama mundial, Labubu (que es una niña) lleva una década gestándose. Apareció por primera vez como personaje secundario, a menudo escondida en un segundo plano, en un mundo de hadas creado por Lung en su serie de libros ilustrados de tres partes, “Los Monstruos”, según Pop Mart, la empresa china de juguetes autorizada para vender productos de Labubu.
Con orejas de conejo, grandes ojos redondos y una sonrisa traviesa, Labubu es “bondadoso y siempre quiere ayudar, pero a menudo accidentalmente logra lo contrario”, dijo la compañía en su sitio web.
Lung, de 52 años, declaró anteriormente al periódico local de Hong Kong, Ming Pao, que el personaje se inspiró en su infancia, llena de cuentos populares nórdicos de elfos, troles y hadas. Tras mudarse a los Países Bajos de niño, aprendió neerlandés a través de sencillos libros ilustrados.
Los fans suelen complementar sus atuendos enganchando peluches de Labubu a la ropa o los bolsos (incluso se vieron en la Semana de la Moda de París el mes pasado). Las figuras también se llevan a reuniones organizadas por fans o se publican en plataformas online, donde se intercambian y revenden.
Pop Mart, un fabricante chino de juguetes que se ha consolidado en un mercado de coleccionables tradicionalmente dominado por Japón, ha tenido éxito vendiendo Labubus en formato de caja sorpresa, lo que hace que el contenido sea misterioso hasta que se abre, lo que aumenta su atractivo. La serie “The Monsters” es su franquicia más vendida y el año pasado generó 3 mil millones de yuanes (410 millones de dólares) en ventas.
Videos de jóvenes fans abriendo las figuras con ansiedad y estallando de alegría (o a veces de decepción) han inundado plataformas de redes sociales como TikTok. Y celebridades como Rihanna y Rosé de Blackpink no han hecho más que aumentar la expectación.
El miércoles, Lisa de Blackpink presumió su nuevo Labubu peludo rosa y amarillo con efecto tie-dye, del último lanzamiento, en una historia de Instagram. Se reveló como fan hace aproximadamente un año, cuando una foto de la estrella abrazando a un Labubu gigante con un disfraz de camping se hizo viral.
Su apoyo es ampliamente reconocido por impulsar la popularidad del juguete, especialmente en el Sudeste Asiático, el mercado extranjero más grande y de mayor crecimiento de Pop Mart.
El año pasado, los ingresos anuales del fabricante chino de juguetes en la región crecieron un 619%, alcanzando más de 2.400 millones de yuanes (309 millones de dólares).
En Estados Unidos, la base de fans también está creciendo, aunque los compradores estadounidenses tendrán que pagar más por sus compras en medio de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, que ha aplicado un arancel del 145 % a la mayoría de las importaciones chinas. (China respondió con un arancel del 125 %).
Una caja sorpresa de la última serie, que también salió a la venta en Estados Unidos el viernes, tiene un precio de 27,99 dólares, frente a los 21,99 dólares de la serie anterior.
Entre los nuevos Labubus que se están lanzando se encuentra uno raro llamado “Secreto”, que los compradores tienen solo una probabilidad en 72 de abrir.
“Es muy divertido. Si consigues los secretos, sí que consigues dopamina”, dijo Lawrence Yu, un coleccionista de 27 años residente en Melbourne, Australia, que hasta ahora ha gastado 1200 dólares australianos (763 dólares) en más de dos docenas de Labubus, desde los que se encuentran en cajas sorpresa hasta peluches.
Recordó haber llegado antes de una entrega en un centro comercial local, donde se había abierto una nueva tienda Pop Mart en octubre pasado, a las 2:30 am, antes de pasar 10 horas en la fila.
“Espero que llegue pronto a Melbourne“, dijo en una videollamada, refiriéndose a la nueva serie, que no se lanzará en las tiendas físicas de Australia hasta finales de este mes.
La situación además involucraría un convenio con la Municipalidad de Recoleta desde los tiempos de Daniel Jadue. Revisa los antecedentes exclusivos revelados por CNN Chile.
