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Luis Miguel se encontraba en medio del proceso de grabación de su disco “Segundo romance” (1994) cuando aparece publicado “El gran solitario”, un libro que se define a sí mismo como una biografía no autorizada y que fue escrito por la periodista Claudia de Icaza.

La obra, realizada luego de varios años investigando respecto a la hermética vida del cantante, ocasionó el enojo del Sol de México, quien demandó por 7 millones de dólares a De Icaza por difamación y daño moral. ¿La razón? En el texto, la periodista ahondaba en la relación de “Micky” con su padre, su madre, sus novias y sus amigos. Algo que, 23 años después, sería profundizado en la serie original de Netflix que contó no sólo con el visto bueno del artista, sino también con su apoyo promocional para impulsarla.

Sin embargo, en el ’94 el tema era sensible aún para Luismi: tenía 24 años, su padre Luis Rey y su histórico mánager Hugo López habían muerto recientemente (en 1992 y 1993, respectivamente) y el tema de la desaparición de su madre Marcela Basteri casi ni se tocaba.

En entrevista con Infobae, y luego del revuelo que causó “Luis Miguel, la serie” en toda Hispanoamérica, De Icaza se animó a comentar su visión de la producción de Netflix, recordar cómo fue el juicio en tribunales contra el Sol y revelar las historias secretas que la serie omitió (o mostró de forma imprecisa). Además, asegura que el astro decidió contar su historia como último recurso de sus problema financieros y critica la forma en que eligió ser retratado en la obra audivosual: “todo el tiempo queda como víctima”.

Acá una selección de sus declaraciones:

En tribunales contra Luis Miguel

Para él fue un juicio más en su vida, y aunque estaba en el mejor momento de su carrera, 7 millones de dólares no le venían mal, pero imagínate si él hubiera ganado el juicio y 24 años después sale con la batea de babas (tontería) de decir lo mismo que yo ya había dicho, hubiera sido patético. Yo defendí mi integridad como periodista y como escritora. En la serie se está usando lo que yo escribí en su momento como un homenaje a sus fans, porque en mi libro yo encumbraba al ser humano que dejó todo al servicio de la carrera. Yo solo lo vi en el juzgado una vez, pero desde el minuto uno me di cuenta de que él estaba rodeado por todos, los jueces, ministerios públicos, hasta la mecanógrafa que se robó la pluma con la que él firmó. Yo juraba que iba a perder el juicio. Aquí era contra la libertad de expresión y no contra una reportera y mis compañeros de “chisme” deberían de entender que lo que me estaba pasando a mí les podía pasar a ellos.

Cuando lo vi en el juzgado, bastante déspota con mirada de “Te voy a joder”, pero al final de cuentas yo no lo veo así, es una persona muy educada y tímida. Lo que importa son los perros que contrata para que te ladren, como los abogados que lo defendieron. Mi casa estuvo vigilada por judiciales (policías federales) 7 meses, no sabes todo lo que pasé.

Impresiciones de la serie de Netflix

Mariana Yazbek (su primer gran amor), que a nadie le importó, en su momento, yo dije que ella le había dado esa parte humana en un momento en el que él estaba muy confundido, ella lo aterrizaba, y que al final la pone como que lo traicionó, y eso no es cierto.

Otra es cuando se grabó el video de “La incondicional”, que ponen a Luis Miguel como el gran personaje porque se pone a entrenar en el Colegio Militar para hacer el video. Él llegó el día que se tenía que grabar y lo único que tenía que hacer era sujetarse a los tiempos de las comidas, de los entrenamientos, y todo se grabó ese día.

Está también mi caso, que me pone como Cynthia Casas, y la culpa de haber traicionado su confianza, que le aventó el calzón y que por culpa de ella se alejó de los medios. Yo nunca entrevisté a su papá en España ni lo fui a buscar, como se pone ahí. Mi última entrevista con Luis Miguel fue en 1989, cuando iba a lanzar el disco 20 años, fue muy amable conmigo, estaba consciente de que estaba con una reportera y frente a una grabadora y él se puso flojito y cooperando y fue lo que me salvó en la demanda.

Sexo, drogas y Luis Rey

Cuando Luis Miguel tenía 13 años su padre lo lle´vo con una prostituta. Pepe Rossino, que fue su músico durante 10 años, a mí me platicó que él estaba jugando con Luis Miguel con unos muñecos cuando llegó Luis Rey y se lo llevó con una prostituta que era muy bonita, pero que para él se le hizo terrible, y eso nos hace imaginarnos cómo de estar jugando de repente te llevan a conocer el sexo.

El papá le llevó esta prostituta por la cuestión de que le estaba cambiando la voz y porque estaba a punto de grabar el disco Decídete, y había una escena de un video en la que se quitaba la camisa, y a Luis Rey se le ocurrió que si su hijo iba a cantar una canción que dijera “Decídete”, llevaría una connotación sexual, y por eso Luis Miguel tenía que conocer lo que era vivir su primera relación íntima.

El problema de Luis Miguel con las drogas y el alcohol, que le daba el papá para que pudiera cumplir con todas sus presentaciones, en la serie se sugiere pero no se presenta ampliamente, ¿por qué no lo hace? Mi único error tal vez fue no haber escrito un libro que fuera Luis Miguel solo para adultos, porque toda su vida es así, y solo se puede contar así: solo para adultos, como su serie.

¿Qué pasó con Marcela Basteri?

Luis Miguel sabe lo que pasó con su mamá, porque entre los reporteros se supo que él había mandado a hacer una investigación y que le costó mucho dinero.

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