Por Joan Xavier Alemany

Con cada nuevo título cada año, la mayoría de los que amamos los juegos de deportes intentamos sorprendernos con cada nuevo lanzamiento sin importar lo que el título nos ofrezca. En una industria cuya base de jugadores es de las más fieles del mercado, muchas veces a los desarrolladores les basta solamente cambiar los dígitos del año y hacer algunos pequeños ajustes a la fórmula para que sea un triunfo.

No obstante, cuando esos ajustes consisten exactamente en cambiar aquellas cosas que la comunidad viene reclamando, significa que estás haciendo las cosas bien. Y Konami ha ido progresivamente en esa dirección.

Ya no es misterio que la cancha en la que Pro Evolution Soccer (PES) ha venido jugando es bastante reducida respecto a la que tiene su competidor y me refiero, específicamente, a las licencias.

Ese no ha sido un impedimento para que este año, PES 2020 salga jugando de manera inteligente refinando un estilo propio que va en la línea de convertir los 90 minutos en una experiencia de museo: estadios modelados al detalle, texturas en la mejor resolución, rostros cada vez más reales y una jugabilidad altamente obsesionada con imitar los tiempos y las fases del juego que tiene el fútbol de verdad.

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Una pizca de Iniesta

El maestro del control del balón apareció entre las novedades al asesorar al equipo de desarrollo en la construcción de un renovado sistema de dribles que permite al usuario manejar de mejor manera el cuerpo del jugador y la forma de encarar a los defensores.

El propio Andrés Iniesta se encargó de entregar su visión para reflejar su estilo en PES 2020 en lo que es uno de los detalles más importantes en el 1-1 de la última década en la franquicia.

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Ello sumado al “control en una baldosa” ha entregado al gameplay de PES una dosis inesperada de posibilidades para salir de distintas situaciones.

Por ejemplo, anteriormente, si un jugador recibía un pase y se frenaba de cara al arco rival, existían las 8 direcciones del eje clásico para salir jugando, todas ellas -con excepción de los jugadores top- iniciando con un drible que echaba a correr el balón lo suficientemente adelante como para declararlo, incluso, dividido. Se sentía como correr detrás de ella todo el tiempo.

Ahora, eso cambia con la implementación de nuevas animaciones al recibir y nuevos movimientos que hacen que la pelota no se despegue del pie al girar en alguna dirección. En otras palabras, la pelota ahora es verdaderamente tuya al momento de tenerla en los pies.

Y esos giros son la clave para desequilibrar en escenarios tácticos como los planteados en el fútbol actual y que son bien replicados por PES 2020.

Con defensas cada vez más cerradas y zagueros cada vez más efectivos, es absolutamente crucial tener herramientas no sólo para despistarlos, sino que para combatir de igual a igual en la arena física. Eso sí se puede hacer al frenar: simplemente giras sobre tu eje y le colocas el cuerpo para aguantar mientras el resto de tus bloques se posiciona.

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Así, quienes exploten la posesión de balón como estilo de juego, pueden realmente disfrutar viendo cómo lo que tienen en la cabeza se traduce casi a la perfección en la pantalla.

Y lo más importante, lo que realmente hará regresar a los que abandonaron frustrados la franquicia: los jugadores ahora son menos incompetentes.

Una situación típica del viejo PES que al fin ha sido superada: el balón se iba largo hacia alguno de los límites de la cancha, el jugador que controlabas corría con todo tras la pelota pero, en lugar de voltearse para evitar que salga con lo justo, tomaba la posesión y seguía corriendo hacia afuera como un robot. No habían animaciones programadas para hacer lo que querías. Ahora sí, gracias Konami.

Gráficamente, un paso adelante

En la versión 2019 ya habíamos apreciado un salto cualitativo hacia el realismo en materia de iluminación diurna -que ahora cuenta con un sutil pero notable efecto de brillo por la luz solar aberrando la imagen por la sensibilidad del lente de la cámara de TV-  y el césped. Ahora mejoraron todavía más esos aspectos para que, desde lejos, sean apreciados igual que en una experiencia televisiva.

Hay mucho realismo en este aspecto, más aún considerando el nuevo ángulo de cámara que mezcla entre la ya tradicional Amplia Dinámica con los elementos televisivos de Transmisión en Vivo: ángulos al acercarse al arco, zoom en saques de arco y cambios de frente e incluso el breve momentum del camarógrafo en un rebote. Es lo que todos los modders buscaron por años, aunque no es la elección más acertada para jugar competitivamente.

En cuanto a los rostros y nuevos modelos de personajes definitivamente hay un nuevo estándar gracias al escaneo 3D de los jugadores que ahora es de cuerpo completo para los más conocidos de los clubes partners.

Modos: sólo un poco más

El único modo que realmente cambió en algo es la Liga Máster. Ahora no sólo se trata sólo de crear a tu técnico, sino que también puedes elegir entre varios DT entre los que están Cruyff y Maradona.

Más allá de eso no hay más elementos destacables. Las escenas son más bien de relleno, pero ayudan a darle vida a un modo que usualmente -excluyendo los partidos- se mezcla más con los textos y números de la simulación dura y el fútbol-fantasía que con un relato que narra tu trayectoria.

Sí, tomas decisiones, pero siempre en base a las alternativas que ya tienes manejadas en el Hub de Liga Máster, así que no esperes absolutamente nada llamativo a la hora de contestar preguntas frente a la prensa.

Aunque hay que enfatizar en esto: la similitud de Maradona es, sin lugar a duda, excepcional y vale la pena cada vez que aparece.

MyClub sigue con exactamente los mismos incentivos, lo cual es pobre, pero puede ser una decisión acertada el no gastar esfuerzos este año en remasterizar a medias un modo tan crucial para la monetización del juego. Mejor no arruinar lo que hay y esperar un impulso verdaderamente significativo.

Eso sí, ahora puedes escoger aceptar o rechazar un partido en línea dependiendo de la conexión del rival, la que se mostrará antes de empezar el partido. Pese a que es agradable, no es un cambio para aplaudir, es un ajuste necesario que esperó demasiado tiempo ser implementado.

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En cuanto a licencias, el único golazo para el público chileno está en que, por primera vez en la historia, sólo se podrá jugar con la U y con Colo Colo en PES 2020, arrebatando ya no a uno, sino que a los dos clubes más importantes de la ANFP a su máximo competidor.

Así vemos cómo se mantiene el Monumental un año más en la franquicia, no así el Estadio Nacional que, de momento, no aparece entre los estadios seleccionables.

Es una réplica tan buena del recinto de los albos que, ojalá, se mantenga en futuras entregas. Parece una foto.

Conclusión

eFootball PES 2020 al fin encontró su peso específico. Todo lo que hizo este año es un salto adelante, por lo que cualquiera que se haya ido a la competencia por la torpeza de la IA y el escaso control de pelota ahora puede retornar con entera confianza. El control de pelota lo es todo, gráficamente es un lujo en 4K y el modo online este año es muchísimo menos castigador al no exponerte a partidos con rivales de mala conexión.

Sin ser innovador, hizo lo suficiente para estar al día con las expectativas. El ritmo y las transiciones son lentas, por lo que sigue siendo un juego para pacientes.

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