De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el trastorno bipolar tiene una prevalencia de 2 a 3% en la población global, además de ser la sexta causa de discapacidad en el mundo.
En entrevista con Sana Mente, Flávia Gal, presidenta de la Fundación Círculo Polar, recalcó la importancia del conocimiento a la hora de derribar ciertos estigmas. “Si estamos empoderados con el conocimiento pertinente sobre trastornos anímicos, o sobre cualquier problema de salud mental, podemos no estigmatizar”.
“Si no sabemos que tenemos un pariente con trastorno anímico bipolar, no sabemos cómo comportarnos (…) Una vez que los pacientes con trastorno anímico bipolar están estabilizados, que son comprendidos, validados y escuchados, nos llevan a ver horizontes maravillosos”, agregó.
La especialista señaló que los familiares suelen sentirse “muy perdidos cuando debutamos con el diagnóstico”. “Tenemos que saber como sociedad que el diagnóstico pesa en el hombro del paciente, pero el trastorno está en todos nosotros”.
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Respecto a los síntomas, sostuvo que un paciente con trastorno bipolar “puede debutar con una depresión o con una manía (…) Si tiene una depresión prolongada o si vemos a una persona muy agitada, con muchos gastos, muy irritada, con poca noción de la realidad. Incluso puede tener una hipersexualidad”.
Gal explicó que en la Fundación Círculo Polar, entre otras cosas, tienen “un trabajo de pares”. “Los recuperamos y luego los capacitamos para ayudar a otros pacientes. Es un paciente psicoeducado, experto por experiencia y que sabe acompañar a otro”.
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