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Irán descartó cualquier diálogo con Estados Unidos en la Asamblea General de la ONU, con lo que aumenta la tensión entre ambos países tras el ataque a dos refinerías de petróleo en Arabia Saudita.

Por la retórica de EE.UU. y Arabia Saudita al referirse al ataque, ambos países ya parecieran haber sacado su propia conclusión. En Washington han apuntado a Irán desde el primer momento y los saudíes afirman que lo que pasó el fin de semana debe considerarse como un ataque contra todos los países, ya que todos se verían afectados de una u otra forma.

Tras la escalada de tensión, Irán informó que no pretende reunirse ni de manera formal ni de manera informal con Estados Unidos en las reuniones por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

El ayatolá Alí Jamenei dijo que “si EE.UU. se desdice de sus palabras, si se arrepiente y vuelve al acuerdo que ellos violaron, si se convierten en miembros firmantes del acuerdo nuclear, ahí ellos pueden participar en el grupo de países que negocia con Irán”.

“Sin eso, no habrá negociación a ningún nivel entre las autoridades de la República Islámica de Irán y los estadounidenses”, agregó.

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Por su parte, el presidente de EE.UU., Donald Trump, afirmó que “para proteger la seguridad de EE.UU., retiré a nuestro país del horrible y sesgado acuerdo nuclear con Irán. No era bueno e impusimos las sanciones más duras que haya habido sobre el régimen iraní. Miren que eso funciona, amigos”.

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