6 diferencias entre una cuenta vista y una cuenta corriente

Por CNN Chile

24.01.2025 / 13:16

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¿Qué priorizas, menos costos o acceso a más productos? Compara las cuentas vista y corriente y toma una decisión estratégica.


Elegir el tipo de cuenta bancaria adecuado puede ahorrarte tiempo, dinero y preocupaciones a futuro.

Comprender en detalle las diferencias entre una cuenta vista y una cuenta corriente te permitirá encaminar tus finanzas de manera inteligente, evitando sorpresas o pagos inesperados.

6 aspectos que distinguen una cuenta vista de una cuenta corriente

Antes de profundizar en cada punto, ten en cuenta que cada uno influye en la forma en que manejas tu presupuesto y en las herramientas bancarias que podrás utilizar.

Revisa con detenimiento estos factores y compáralos con tus objetivos financieros actuales para tomar una decisión:

1. Requisitos de apertura y mantención

La primera gran diferencia se manifiesta en los requisitos que te piden para abrir cada cuenta.

Mientras la cuenta vista suele exigir un trámite menos complejo y está diseñada para quienes buscan un acceso rápido a sus fondos, la cuenta corriente frecuentemente demanda una revisión más rigurosa de tus antecedentes comerciales o de renta.

Por ello, si tu objetivo es comenzar con algo sencillo, la cuenta vista suele ser el primer paso.

2. Acceso y uso del dinero

La cuenta vista destaca por su sencillez: depositas, retiras y transfieres sin complicaciones, pero no dispones de extras como sobregiros.

Es ideal si tus gastos son acotados y buscas mantener un control sencillo de tus ingresos.

La cuenta corriente, en cambio, te permite movimientos más amplios, con cheques y, en algunos casos, talonarios digitales.

Esta flexibilidad puede resultar útil si requieres mayor libertad para programar pagos o administrar fondos para tu negocio o proyectos personales.

3. Productos financieros asociados

Si tu objetivo es gestionar múltiples servicios bancarios, la cuenta corriente te ofrece posibilidades como tarjetas de crédito, líneas de sobregiro e incluso opciones de inversión.

Esta versatilidad genera un panorama más completo para quienes desean centralizar sus operaciones en un solo lugar.

Por otro lado, la cuenta vista no suele incluir servicios de crédito ni facilidades de inversión, lo que la convierte en una alternativa enfocada en el uso cotidiano de tu efectivo.

4. Costos y comisiones

Una cuenta vista tiende a presentar menos cargos, ya que sus beneficios son más limitados.

Algunas entidades incluso la ofrecen sin cobros mensuales de mantención, aunque podrías encontrar restricciones de uso.

La cuenta corriente, por su parte, implica comisiones periódicas y costos por transacciones específicas, como emisión de cheques.

No obstante, ese gasto puede compensarse si planeas utilizar sus ventajas crediticias y acceso a diversos productos.

5. Disponibilidad de créditos y sobregiros

Si tu meta es contar con la opción de solicitar un crédito de consumo o hipotecario a futuro, la cuenta corriente habitualmente te abre más puertas.

Al tener un historial bancario y mostrar solvencia, es posible acceder a propuestas de financiamiento con mejores condiciones.

Mientras tanto, la cuenta vista no siempre contribuye de la misma forma al historial crediticio, su fortaleza radica en ser un método simple para organizar pagos sin endeudarte.

6. Objetivo principal de cada cuenta

La cuenta vista es tu aliada cuando prefieres menos trámites y buscas mantener bajo control tus fondos sin preocuparte por comisiones adicionales.

Por otro lado, la cuenta corriente te entrega una plataforma con acceso a herramientas adicionales para la gestión de sus finanzas, ideal si administras volúmenes importantes de dinero.

¿Cuenta vista o cuenta corriente? ¿Cuál es la mejor opción para ti?

Todo depende de tus necesidades.

Si buscas sencillez, costos reducidos y no planeas requerir créditos, la cuenta vista puede ser la indicada.

No obstante, si aspiras a un uso más de servicios bancarios y cumples con los requisitos de ingreso, la cuenta corriente te otorga los recursos para expandir tus finanzas.

Reflexiona sobre tus metas, compara costos y aprovecha la información a tu alcance para seleccionar la mejor cuenta.