Suprema deja a firme condenas contra Krassnoff y otros dos exagentes de la DINA por crimen de estudiante durante la dictadura
Por CNN Chile
27.08.2025 / 08:03
Krassnoff, quien actualmente esta recluido en Punta Peuco, suma más de mil años de cárcel por su participación en diversos casos de violaciones a los derechos humanos.
La Corte Suprema dejó a firme las condenas contra tres ex agentes de la disuelta Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), entre ellos Miguel Krassnoff, por el crimen de un estudiante universitario durante la dictadura.
Detalles del fallo contra los ex agentes
La Segunda Sala Penal de la Suprema dejó a firme las condenas contra los ex agentes por su responsabilidad como autores del secuestro de Leopoldo Muñoz Andrade, estudiante de Construcción Civil de la Universidad Técnica del Estado (UTE) a la época de los hechos, quien a la fecha figura como detenido desaparecido.
Los ministros confirmaron la sentencia de primera y segunda instancia y condenaron a César Manríquez Bravo y Pedro Octavio Espinoza, ambos tenientes coroneles del Ejército y al exbrigadier de la misma rama castrense Miguel Krassnoff, a 10 años y un día, en calidad de autores del delito consumado de secuestro calificado.
De esta forma, el máximo tribunal mantuvo las condenas contra los ex militares, ya que no recurrieron contra el fallo condenatorio de primera y segunda instancia, confirmando así todo lo relacionado en el aspecto penal. Respecto a la parte civil, la Corte Suprema acogió los recursos de casación presentados por los querellantes.
Krassnoff, quien fue jefe del Grupo Halcón I y Brigada Caupolicán, suma más de mil años de cárcel por su participación en diversos casos de violaciones a los derechos humanos, acusado de detener, torturar, asesinar y hacer desaparecer a cientos de personas bajo la dictadura militar. Hoy, cumple condena en Punta Peuco.
La abogada querellante Andrea Gattinni valoró la sentencia del máximo tribunal. “Este caso fue especialmente difícil de investigar, pero finalmente, tras 20 años de tramitación (desde que se reabrió definitivamente el caso), se logró un poco de justicia”, dijo, aunque lamentó que, “quien luchó sin descanso por esta justicia, doña Esther Andrade Cruz, madre de Leopoldo, falleció esperando poder saber qué pasó y encontrar a su hijo”.