Agencia Uno

La idea presentada por la diputada María José Hoffmann (UDI) para sancionar a aquellos asesores que participen de funas y manifestaciones al interior del congreso ha conseguido una buena respuesta entre sus pares.

Según consigna un articulo publicado por El Mercurio, tanto parlamentarios del oficialismo como de la oposición, han visto con buenos ojos la propuesta. No obstantes, hay otros legisladores que se muestran contrarios a aprobar este tipo de propuestas.

Uno de ellos es Luciano Cruz-Cocke, eje fe de diputados de Evópoli, quien señaló al matutino que “efectivamente hay una permisividad tremenda en la Cámara, hay una falta de aprecio por la palabra y hemos visto el desmadre de los lienzos, de los carteles, de los carteles, de las manifestaciones al interior de la Cámara”.

Es por lo anterior, que el diputado cree que es necesario aplicar sanciones “ojalá estrictas”, para así “castigar y exponer” ante la población el problema que esto significa.

Otro de los parlamentarios oficialistas que se muestran en favor de la iniciativa es Jorge Rathgeb (RN). A su parecer, los asesores deben entender que ya “no son activistas políticos”, ya que ahora son trabajadores del congreso. “Si se sigue ese tipo de actitudes hay que aplicar sanciones drásticas e incluso la desvinculación con aquellos funcionarios que insisten en ese tipo de actitudes”, aseveró.

Desde la oposición, las opiniones surgidas también han sido positivas para lo planteado por la parlamentaria. Gabriel Silber (DC) argumentó que tanto parlamentarios como asesores deben dar el ejemplo y que el Congreso es un espacio cívico que se debe cuidar. “Quienes no respeten o valoren este espacio deben responder y ser sancionados”, indicó.

Por su parte, el jefe de la bancada socialista, Manuel Monsalve, aclaró que el Partido Socialista tiene otra propuesta con respecto al tema, ya que cree que no deben existir sanciones, ni tampoco un cambio en el reglamento. “Nuestro planteamiento como bancada PS es que esto es un compromiso ético y nos parece que hay un camino intermedio que es tener un código de buenas prácticas”, explicó.

En esa misma línea se encuentra el diputado PPD, Ricardo Celis, quien si bien considera reprochable la funa o cualquier otra acción que inhiba la expresión de los parlamentarios, cree que “eliminar carteles de la sala y comisiones para dar la impresión de orden no me parece algo oportuno. Creo que en vez de amenazar con el reglamento debiésemos concurrir a la firma y compromiso de fortalecimiento de buenas prácticas y convivencia interna en la Cámara de diputados”.

Quienes se mantienen rotundamente contrarios a la idea de sancionar estas acciones son los diputados del Frente Amplio. La diputada de Revolución Democrática, Catalina Pérez, indicó que terminaron los tiempos en que los trabajadores no tenían opinión y los diputados tenían asesores privados. Si no quieren que la gente los enfrente por lo que están haciendo mal, dejen de ser parlamentarios”.

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Otra de las ideas propuestas por la diputada Hoffmann tiene relación con la “delimitación de un espacio exclusivo para diputados”. Sin embargo, a diferencia de lo anterior, esta idea no ha conseguido apoyo del oficialismo ni de la oposición.

Sobre este punto Rathgeb señaló que “nosotros ya tenemos algunos espacios exclusivos dentro del Congreso, pero seguir limitando mayor cantidad de espacios creo que no va en el sentido de que podemos integrar a la comunidad y actuar con transparencia”.

Celis por su parte, aseveró que “todos los esfuerzos de enclaustramiento de áreas exclusivas, y otras medida, ocurren cuando no se ha comprendido la dimensión de los hechos en la calle”.

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