Foto: Agencia UNO

Luego de 100 horas repartidas en 33 clases en total, Carlos Eugenio Lavín y Carlos Alberto Délano finalizaron el curso de ética al que fueron sentenciados en julio de 2018.

Los controladores del grupo Penta se encuentran bajo libertad vigilada tras ser condenados por delitos tributarios. Por este caso tuvieron que acudir a la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) y pagar de su bolsillo un total de $30 millones para la implementación de las clases.

Según consigna La Tercera, ninguno de los dos se ausentó ninguna clase, pese a que en una ocasión solicitaron autorización, la cual fue rechazada por Gendarmería.

El curso constaba de tres partes: filosofía (70%), aspecto ético empresarial (20%) y asuntos legales (10%).

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Fuentes que hablaron con el citado medio aseguraron que uno de ellos no dominaba bien el inglés necesario para estudiar los textos de filosofía. Por ello debieron dedicar horas no lectivas para progresar en el curso.

También sostuvieron que la universidad buscó profesores que no estuvieran vinculados a los negocios para, de esa forma, evitar conflictos de interés.

Además de los cuatro años de presidio con beneficio de libertad vigilada intensiva y de las clases de ética, Délano y Lavín debieron pagar una multa de $857 millones y se encuentran con inhabilitación absoluta perpetua para derechos políticos y con inhabilitación absoluta para ejercer cargos y oficios públicos mientras duren las condenas.

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