El presidente Sebastián Piñera se refirió a los proyectos que se han contrapuesto en el Parlamento sobre la reducción de la jornada laboral: por un lado, la iniciativa de la diputada Camila Vallejo, y por el otro, el proyecto del Gobierno junto a las indicaciones para reducir la jornada semanal.
El mandatario calificó de “polémico” el tema de la reducción de jornada, y aseguró que siempre estuvo contemplado disminuir de 45 a 41 horas semanales la jornada de trabajo.
“Nuestro proyecto de jornada laboral apunta a compatibilizar mejor estos tres elementos (trabajo, familia y tiempo libre) y, por eso, hemos planteado una reducción de jornada laboral –que estaba en nuestro programa de gobierno y lo mencioné en el discurso del 1 de junio– que se haga con flexibilidad, para que permita aumentos de productividad y no dañe ni los empleos ni los salarios”, comentó el presidente a Pulso.
La iniciativa del Gobierno, explicó el mandatario, busca reducir de 195 a 180 las horas mensuales de trabajo, lo que sería equivalente a reducir de 45 a 41 horas semanales.
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Es por esto que recalcó la importancia de implementar este proyecto de forma gradual, “para que las empresas y las personas puedan adaptarse a ese cambio“.
“Eso es lo que diferencia a nuestro proyecto que reduce la jornada sin afectar los empleos ni los salarios. Tal como se presentó, el proyecto del PC significaría una pérdida de entre 250 mil a 300 mil empleos“, sostuvo el mandatario.
Las críticas del presidente se suman a las que indicaron el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, y la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, quienes también dijeron que se perderían entre 250 mil y 300 mil empleos.
Sin embargo, el estudio realizado por economistas del centro de estudios OPES en 2017 sostiene que serían entre 200 mil y 300 mil los nuevos empleos que se crearían.
Finalmente, otra crítica que el presidente esbozó sobre la iniciativa que la diputada del Partido Comunista ingresó en marzo de 2017, es que “es malo porque no corrige un problema gravísimo en nuestra legislación, que es su extrema rigidez“.
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