Tienen entre 25 y 35 años y viven vidas aparentemente bastantes normales. Esa es una de las conclusiones del primer estudio que entrega un perfil de los responsables tras sitios como Nido.org, la página web que estuvo en el centro de la polémica esta semana con cientos de casos de mujeres que vieron publicadas fotografías suyas de carácter íntimo.
Violencia en Internet contra feministas y otras activistas chilenas es el nombre del estudio elaborado por las periodistas Karen Vergara y Cecilia Ananías en 2017 y que recoge ahora Qué Pasa. La investigación fue aceptada por la revista académica brasileña Estudos Feministas y se publicará durante 2019.
Para la elaboración del estudio, las autoras analizaron papers y conversaciones y encuestaron a 163 mujeres de todas las regiones de Chile. Casi el 74% de ellas dijo haber sufrido violencia por Internet, como también es el caso de ambas periodistas. Luego cruzaron información que los mismos sujetos publicaron de sí mismos, con datos y nombres de investigaciones y casos.
“Esta encuesta la realizamos a principios de 2017 y consideramos que si ahora volviéramos a aplicarla, la cifra subiría considerablemente, porque muchas no eran conscientes de estos foros machistas y algunos ciberataques se realizan en silencio: simplemente sustrayendo la información y fotos de estas mujeres sin dar mayor alerta”, explicó Ananías.
Resultados
Los ataques señalados por las encuestadas son principalmente verbales, aunque también indicaron acoso, amenazas, publicación de información falsa y sustracción de imágenes.
El perfil de los acosadores corresponde a hombres adultos entre 25 y 35 años, la mayoría con estudios superiores en curso o completos. Esto desmiente que se trate de “incels”, descritos como “célibes involuntarios”, es decir, que se sienten imposibilitados de tener relaciones con mujeres.
“Por eso hemos hecho tanto hincapié en que no son ‘pobre jóvenes’ ni ‘enfermos’ quienes están tras estos ataques, foros y publicaciones, son producto de una construcción cultural que les ha hecho creer que humillar y acosar es válido, es señal de fortaleza, de hombría”, destacó Vergara.
Y explicó que, en general, se trata de hombres machistas: “O las mujeres son un objeto sexual para su uso y descarte o son un objeto para atacar. Creen que humillar está amparado en la libertad de expresión. Se criaron viendo a Kike Morandé, el Miss Reef, el porno. Fueron socializados así, de manera machista y eso genera desigualdades y violencias”.
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