En nuestro país cuatro millones de personas figuran en el registro de no donantes. Ahora y un año después de implementada le ley, las personas que efectivamente no deseen serlo deberán por medio de una declaración ante el Servicio de Registro Civil e Identificación, un notario público o el funcionario respectivo al momento de solicitar la renovación de la cédula de identidad o de la licencia de conducir si continúan inscritos en el Registro de No Donantes.
Respecto a qué le parece esta medida a José Manuel Palacios, presidente de la Sociedad Chilena de Trasplante, dijo: “Debe ir de la mano con un proceso de educación de la población general, con campañas que nos motiven a todos a ser donantes y con fiscalización de lo que se hace en los servicios de urgencia, en las unidades de cuidados intensivos, en instituciones públicos y privadas efectivamente den aviso oportuno de la existencia de donantes potenciales”, expresó.
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En relación a qué pasa si la persona que no quiere donar un órgano, tampoco podrá recibir uno, el especialista, dijo: “Es una situación que puede sonar dura, pero que en términos prácticos es así… no se da el principio de equidad, o sea, si yo recibo también tengo que dar”, sentenció.
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